Los Urdangarin han dado demasiados quebraderos de cabeza a los Borbón. Felipe VI y Letizia se distanciaron de la infanta Cristina y sus hijos por culpa de Iñaki Urdangarin, quien ingresó en prisión por el caso Nóos. Una vez que el exjugador de balonmano y la hija de la reina Sofía se divorciaron oficialmente, se produjo un pequeño acercamiento muy discreto con ellos. De hecho, se vio al monarca viajar junto a su hermana a una boda o asistiendo al cumpleaños de la infanta Elena donde estaba ella y alguno de sus hijos, también la invitó al cumpleaños de la princesa y ha dejado que algunos de sus hijos vivan en Zarzuela.

Hace poco más de un año Zarzuela se convirtió en un hotel. Todos los Borbón llegaban al palacio de Zarzuela con la excusa de visitar a Irene de Grecia y a la reina Sofía. Irene y Miguel Urdangarin se quedaron durante una larga temporada, y Felipe VI y Letizia tuvieron poco que hacer ya que el palacio pertenece a toda la familia y además vive la reina Sofía y pueden visitarla siempre que quieran, nadie se lo prohíbe.
Zarzuela no es un hotel, la respuesta de Felipe VI a Miguel e Irene Urdangarin
Irene Urdangarin tenía intenciones de continuar cuatro años más en Ginebra con su madre, pero no superó las pruebas de acceso de la universidad de Lausana, así que tuvo que pensar en un cambio de aires. Se tomó un año sabático en Madrid. Por otro lado, Miguel Urdangarin acabó su carrera de Ciencias del mar en Reino Unido, realizó unos meses de prácticas y se quedó sin trabajo. No sabía que hacer con su vida así que también se tomó un año sabático.
Miguel e Irene se enamoraron de sus respectivas parejas, las dos residen en Madrid, y empezaron a quedarse por más tiempo en el palacio de la Zarzuela trayendo a sus parejas y a algunos amigos, lo que empezó a cansar a Felipe VI y Letizia. La reina ejercía presión en el rey para que no fuese tan blando y decidiese expulsar a su familia de palacio, ya que podrían hacer daño a la imagen de la corona y al futuro de la princesa.
Aunque no era su intención, Felipe VI ha tenido que echar de Zarzuela a Miguel Urdangarin provocando una nueva discusión con su hermana Cristina, con la que había estrechado lazos una vez más. No podía mantener por más tiempo a su sobrina, ya que no tenía ni oficio ni beneficio, dormía allí con su pareja, que se saltaba algunas de las normas, como hacer fotografía al interior y facilitar información de lo que sucede entre esas cuatro paredes. Miguel no tiene trabajo ni tiene mucho interés en tenerlo. Ya está cómodo así.
