Froilán ha dado demasiados quebraderos de cabeza a Casa Real. Desde pequeño, cuando dio una patada a su primo en la boda de Felipe y Letizia ya se presagiaba el futuro del joven. Se divorciaron sus padres, Jaime de Marichalar era su referente, y empezaron los problemas en plena adolescencia. El joven nunca fue buen estudiante, pero cuando llegó a la ESO empezó a desatender, no estudiaba y faltaba a clase. Las compañías tampoco ayudaron. Su madre decidió meterlo interno hasta en dos ocasiones, pero no sirvió absolutamente de nada. El hermano de Victoria Federica no se enderezaba con el paso del tiempo. Dejaba en ridículo a Elena constantemente. En plenas navidades, el joven participó en una pelea con arma blanca a las puertas de una discoteca en el barrio de Salamanca. Unos meses más tarde fue desalojado de un after ilegal, una sauna que ejercía de antro para fiestas sin licencia. Superaba el aforo permitido y se encontraron sustancias estupefacientes en la habitación en la que se encontraba Froilán con un grupo de amigos.
La paciencia de Casa Real se terminó y habló muy seriamente con la infanta Elena, esta actitud no podía continuar así porque estaba dejando en muy mal lugar a la familia. Fue Juan Carlos quien intermedió y le ofreció un trabajo en los Emiratos Árabes. Allí empezó a trabajar como becario en una importante petrolera que ya le ha dado la oportunidad más grande su vida. Ahora se siente valorado y su actitud ha cambiado. Es mucho más responsable. El próximo mes se reencontrará con Felipe VI en la Cumbre del Clima, trabajo que le mantiene muy ocupado, justificación que ha utilizado para perderse la celebración de la mayoría de edad de Leonor.
Froilán y Leonor se evitan en su último encuentro
Entre Leonor y Froilán nunca ha habido una buena relación, es totalmente nula. Cuando la princesa era pequeña siempre se la veía en Mallorca de la mano de Victoria Federica. Pero una vez empezaron a crecer se distanciaron y dejaron de hablarse, cada una tomó su camino. La influencer confesó hace un tiempo en una entrevista que no tiene ninguna relación con sus primas ni tampoco con sus tíos Felipe y Letizia, mucho menos Froilán. No comparte ni edad ni afición.
El año pasado, en una de las visitas de Leonor a Madrid mientras estudiaba en Gales, trajo a sus compañeros del internado a la capital y les enseñó algunos de los lugares más emblemáticos. Cenaron en un conocido restaurante y por la noche tomaron algo en un bar que frecuenta mucho Froilán. Justo ese día coincidieron, porque es raro ver a la princesa en un bar, pero no tanto al hermano de Victoria Federica. Y no se dirigieron la palabra, tal y como explicaron los testigos. Ni un saludo, como si no se conociesen de nada.