El divorcio más mediático del año es el de Pep Guardiola y Cristina Serra, no se sabe exactamente en qué punto se encuentra. Según el paparazzi que los ha seguido por Barcelona, Gustavo González, han estado juntos parte de la Semana Santa, viviendo bajo el mismo techo en la casa familiar de Pedralbes y han pactado conservar las alianzas de boda en la mano e intentar reconciliarse si Pep se compromete a volver una vez por semana a Barcelona para pasar tiempo con su mujer y su hija pequeña, Valentina, que con 17 años es la única que queda al hogar familiar. Las tres mujeres Guardiola han sido las más afectadas por la separación. Cristina que se esperaba que el marido volvería ya a vivir con ella dejando el City, la hija mayor Maria que tiene sus padres en un pedestal pero sintoniza especialmente con su madre y lo ha visto sufrir. Y la pequeña Valentina que con 17 años solo ha visto a su padre triunfante al fútbol pero viviendo poco en casa. En el Instagram de Maria Guardiola la primogénita ha colgado un fin de semana de junio en Barcelona visitando a su madre y yendo juntas en el mejor plan de fin de semana, el festival Primavera Sound.

Madre e hija Ig
Madre e hija Ig
Maria al Primavera, Ig
Maria al Primavera, Ig

El entrenador sufrió la muerte prematura de su madre y en casa las mujeres son mayoría. Cristina, Maria y Valentina, unidas por un vínculo especial. Maria sigue los pasos de su madre en el mundo de la moda. Dos gotas de agua unidas por el orgullo que les produce Pep y ahora heridas por la mala situación de la pareja. Pep es una persona tocada por un poder que pocos tienen: hacer feliz a muchísima gente. El precio quizás ha sido alto, hacer menos felices a las tres mujeres de casa, y los dos chicos, Pep y Màrius. Una familia que trata de rehacer los puentes rotos.

Pep Cristina i Maria hucha GTRES
Pep Cristina i Maria hucha GTRES

Pep Guardiola cuando viene a Barcelona todavía vive y duerme en la mansión de Collserola en la zona alta de Pedralbes, y un detalle: los dos miembros del matrimonio conservan y exhiben en el dedo anular sus alianzas. No solo Pep como se ve en el banquillo del City, sino Cristina Serra. La mujer de Pep no se ha desprendido del anillo de casada. Guardiola ha cogido un serio compromiso con su todavía esposa: se compromete a coger una vez por semana el jet privado que el City pone a su disposición para volar de Manchester a Barcelona para estar tiempo de calidad con Cristina Serra. Punto final a semanas enteras sin verse. Si no es una reconciliación es una forma de vivir en familia más sana. Confiaban que vivir en países diferentes se acabaría este año con el final del contrato de Pep y que se cogería un año sabático o que ficharía como seleccionador de un equipo nacional y así jugaría pocos partidos el año y podría instalarse de manera permanente a su casa, a Catalunya. Pero Cristina y Pep no se entendieron, él prefirió renovar y seguir jugando 2 partidos por semana al Reino Unido y eso precipitó la separación.