Felipe VI está muy preocupado por la situación en la que Juan Carlos I podría poner a la corona si quisiese. La relación entre padre e hijo ha vivido momentos de máxima tensión y ya no es como antes. Hay menos confianza entre ellos, aunque el emérito tiene claro que jamás sería capaz de dañar el reinado de su hijo ni tampoco perjudicar el futuro de su nieta, de la que se siente muy orgulloso. El monarca está enfadado con su progenitor por los movimientos de los últimos meses. No les consultó la demanda a Miguel Ángel Revilla por vulnerar su honor y es que esto solo habría sido una estrategia para que el rey ceda ante su chantaje.

Juan Carlos I está cansado de vivir en el exilio. Hace cinco años que Felipe VI se vio en la obligación de expulsarle de España a miles de kilómetros de casa, es un destino que eligió el exmonarca. No obstante, fue una gran humillación a su figura y su reinado. Está cansado de vivir solo, sin su familia ni amigos, aunque cuenta con muchas visitas. El emérito ha conseguido instalarse en Portugal desde este verano. La infanta Elena le ha ayudado a buscar una casa de alquiler y ha hecho de interlocutora entre su padre y su hermano.
La infanta Elena ha sido sincera con Felipe VI, Juan Carlos I no está bien de salud, son casi 88 años y tiene serios problemas de movilidad. Padece una artrosis muy severa que le ha dejado su pierna izquierda totalmente inmóvil. Debería utilizar una silla de ruedas aunque él siempre se niega en rotundo.
Felipe VI cede al chantaje de Juan Carlos I, no habrá memorias
Juan Carlos I no solo demandó a Miguel Ángel Revilla, también concedió una extensa entrevista de varios días a una periodista francesa para que escribiese un libro con sus memorias. Un libro que quiere publicar para que nadie se olvide de su reinado ni las cosas buenas que ha hecho en España. Unas memorias con sus aciertos y no con sus errores.
Felipe VI no veía conveniente la publicación de ese libro y ha movido cielo y tierra para retrasar la publicación de momento. Iba a ver la luz a principios de año y en verano, pero de momento no ha sido en ninguna de las dos fechas, tampoco será a finales de este año, ya que el padre e hijo han llegado a un acuerdo satisfactorio para ambas partes. El monarca ha cedido y ha dejado a Juan Carlos I vivir más cerca de España con la promesa de no publicar sus memorias. Se quedará de forma definitiva en Portugal, a tan solo una hora en avión de Madrid, y a tan solo una hora en coche de la frontera.
