Felipe VI y Letizia han llegado a Barcelona esta misma mañana en compañía de Leonor y Sofía, las grandes protagonistas de estos dos próximos días. Casa Real todavía no se toma vacaciones. Antes de marcharse unos días a Palma de Mallorca, donde siguen con unas tradiciones monárquicas, la familia al completo estará presente en los premios Princesa de Girona 2025 que presidirá la futura reina de España. Es su primer acto del año después de haber permanecido seis meses en el buque escuela Juan Sebastián Elcano dando la vuelta a Latinoamérica.

Este año los monarcas han tenido a sus dos hijas fuera de casa demasiado tiempo. La infanta Sofía terminaba su etapa escolar en el UWC Atlantic de Gales, mientras que la princesa estaba inmersa en su formación con la Armada. A Leonor tan solo le queda un año más fuera de casa para empezar la universidad en Madrid. Sin embargo, ya se ha confirmado que la benjamina de la familia estudiará fuera de España. Concretamente, entre Lisboa, París y Berlín, y su etapa universitaria durará cinco años. Felipe VI y Letizia no quieren sobreexponer a sus hijas, por ahora prefieren que estén centradas en sus respectivas formaciones y no en la corona. Aunque han aumentado el número de actos institucionales diarios, los reyes se ocupan de todo.
Felipe VI y Letizia, relación rota desde hace muchos años
Con Leonor y Sofía tanto tiempo fuera de casa, Felipe VI y Letizia no han tenido que fingir más tiempo. Sin ellas no tienen que aparentar ser una familia feliz. Los monarcas pueden hacer su vida por separado cuando no están en un acto institucional. Según expertas en Casa Real, como Pilar Eyre, no existe desde hace mucho tiempo un matrimonio como tal, ambos habrían tomado la decisión de cesar la convivencia por el bien de todos, siguiendo el ejemplo de Juan Carlos I y la reina Sofía. La periodista les define como “un equipo de trabajo”.
Laura Rodríguez va un paso más allá, y asegura que Felipe VI y Letizia nunca se quisieron y a día de hoy mantienen una vida con terceras personas. El monarca estaría con una rica heredera descendiente de Franco, mientras que la reina mantendría una relación sentimental con un empresario catalán.
Sea como sea, la mala relación entre ellos es más que evidente. En su llegada a Barcelona, Felipe VI y Letizia no se han dirigido la palabra, es como si fuesen el uno sin el otro. El matrimonio hace aguas por todas partes cuando la cámara no graba. De hecho, han vuelto a pedir habitaciones separadas en el hotel en el que se alojan.
