La casa real está visitando las zonas afectadas por las terribles inundaciones causadas por la gota fría. Veinte días después de los aguaceros salvajes que asolaron el País Valencià, Murcia y zonas de Andalucía, han ido a localidades como Orihuela, Alicante. Allí hubo muertos, aparte de pérdidas materiales y económicas terribles. Un drama con mayúsculas que todavía se palpa entre los vecinos del municipio. Para animarlos, allí tenemos a los monarcas, estrechando manos, recibiendo elogios, escuchando 'vivaelreys', repartiendo besos a las masas y ofreciendo la 'mejor' de las sonrisas de los Borbones. Demasiado alegres, de hecho, trantándose de una visita a una zona catastrófica. ¿Qué hacía tanta gracia a Felipe y a Letizia? La respuesta podría ser esta: Un regalo de una ciudadana de Orihuela (y fervorosa fan de Zarzuela).

Felip Letícia Oriola EFE

Felipe Letizia visita Orihuela EFE

El obsequio no es casual, ya que forma parte de uno de los 'hobbies' del jefe del estado: Coleccionar retratos pictóricos. Los hemos visto de todos los colores, tamaños y temáticas: Gigantescos, militares, familiares... El catálogo empieza a ser importante. Ahora bien, hay un par de denominadores comunes entre todos ellos: No son muy bonitos (una opinión subjetiva, sí) y sobre todo, son muy caros (eso sí que no se puede discutir). Y en Orihuela han recibido uno nuevo, mucho más modesto e infinitamente más económico que el resto, pero que no desentonará en la pinacoteca de Zarzuela. Más que de un cuadro (que no lo es expresamente) parece una caricatura: ¿Tiene Felipe estas orejas, por ejemplo? Quizás por eso sonreían tanto los reyes y las autoridades allí presentes.

Felip retrato Orihuela GTres

Detalle retrato Felip Oriola GTres

Felipe retrato Orihuela GTres

El fervor monárquico y la pasión por la pintura forman un tándem imparable. Al menos para conseguir que Felipe y Letizia se tronchen de risa durante una situación nada propicia para el humor.