El glamour del principado de Mónaco volvió a vestirse de gala el pasado 5 de julio en la esperada velada de Fight Aids Monaco, pero esta vez no fue el homenaje a Jean-Jacques Goldman lo que acaparó los titulares. La gran protagonista de la noche fue, sin duda, Estefanía de Mónaco, quien reapareció públicamente con un look que dejó atónitos a asistentes y usuarios en redes sociales.
A sus 60 años, la hija rebelde de Grace Kelly ha optado por dejar atrás los retoques estéticos y mostrarse al natural, lo que ha provocado un auténtico tsunami mediático. La princesa, conocida por su carácter desafiante y poco convencional, sorprendió con un rostro visiblemente envejecido que generó una ola de comentarios: "Parece una señora de 75 años", fue la frase más repetida en plataformas como Instagram y X (antes Twitter), donde las imágenes del evento se viralizaron en cuestión de horas.
Estefanía de Mónaco deja de retocarse y muestra su rostro sin artificios
Atrás quedaron los tiempos en los que Estefanía de Mónaco presumía de una piel tersa y apariencia juvenil gracias a discretas intervenciones estéticas. Desde hace unos años, en un giro inesperado, la princesa ha decidido decir adiós a las inyecciones y al bótox, abrazando con valentía las marcas del tiempo. Sin embargo, lo que podría haber sido aplaudido como un gesto de autenticidad, ha sido objeto de durísimas críticas por parte de internautas que no han tenido piedad.
Las líneas de expresión marcadas, el tono apagado de la piel y una imagen global más deteriorada fueron aspectos ampliamente señalados por los seguidores del evento. Algunos incluso llegaron a compararla con personas de edad mucho más avanzada, remarcando que, paradójicamente, su hermana Carolina —ocho años mayor— luce mucho más fresca y rejuvenecida. La diferencia entre ambas no radica únicamente en tratamientos estéticos, sino también en el estilo de vida. Mientras Carolina mantiene una rutina de cuidado facial estricta y frecuente, Estefanía parece haber renunciado por completo a los rituales de belleza, lo que ha acelerado visiblemente su deterioro físico.
La lucha contra el VIH sigue siendo su causa más personal y emotiva
Ahora bien, a pesar de haber mencionado recientemente su deseo de jubilarse y alejarse de los medios, Estefanía no quiso perderse el acto benéfico más simbólico para ella: la gala anual de Fight Aids Monaco, asociación que preside desde hace dos décadas. Esta organización no solo representa un compromiso institucional, sino una verdadera causa de vida para la princesa. Estuvo acompañada por dos de sus tres hijos: Camille Gottlieb y Louis Ducruet —quien llegó con su esposa Marie—, además de su hermano Alberto II, recién llegado de Japón. Durante el evento, todos lucieron atuendos sobrios en homenaje al artista homenajeado, pero fue la cara lavada y el corte de cabello radical de Estefanía lo que captó la atención.
Lejos de esconderse, la princesa apareció sonriente y segura, como si ignorara el revuelo generado a su alrededor. De hecho, en un reciente testimonio, confesó sentirse sola en su lucha contra el VIH: "Muchas organizaciones benéficas, por falta de subvenciones u otras razones, están cerrando sus puertas. Y a veces tengo la sensación de que ya nadie habla de ello. Ya no hay grandes programas de televisión, hay poca o ninguna educación sobre este tema entre los jóvenes. Por eso mantengo mi compromiso a través de Fight Aids Monaco", declaró para Point de Vue.