Todavía no se apaga el eco de la celebración real de los 40 años de la Constitución. Cada foto, cada momento de la Familia real es analizado con lupa. Si Arusitys sacó punta a una información según la cual Leonor lleva tacones altos para evitar la diferencia de altura con su hermana pequeña Sofía, ahora es El Mundo quien analiza otro gesto de Letizia. La columnista catalana Carmen Rigalt escribe: "A nuestra Reina le gusta dar la nota. Todo el mundo supone por qué se quedó sola aplaudiendo a Felipe VI: no le gustó que los Eméritos le sacaran ventaja en el aplausómetro". Otro despiste público de Letizia. Aplaudir el discurso institucional de su marido quedó extraño. Si lo hizo para ganar a Juan Carlos en los aplausos es patético.
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Rigalt añade:"Yo eché en falta que las cámaras recogieran la reacción del Rey Juan Carlos, que es listo como el hambre y estas cosas las pilla al vuelo". Que el rey emérito está celoso del protagonismo del rey Felipe es vox pópuli, No paró hasta estar presente en el acto del Congreso de los diputados. Quizás frunció el ceño al ver a Letizia de "cheerleader" de Felipe. Si lo que se celebraba eran 40 años de Constitución, es normal que Juan Carlos se lleve más aplausos. Ha sido más protagonista.
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El final de la columna de Rigalt es más sangrante contra Letizia: "Las Reinas no deben ser obvias ni previsibles, sino todo lo contrario. La Reina Letizia, al quedarse sola aplaudiendo en la tribuna mientras su marido intentaba escabullirse, protagonizó un episodio digno de pasar a la historia. Hay que explicarle a Letizia que ser Reina no consiste en hacer de menos a otros reyes, como parece que se ha propuesto. Y si no, que traiga ella la República". Letizia fue republicana de joven y quien tuvo, retuvo.