El emérito ya no decide. El que fuera durante décadas jefe del Estado vive hoy sujeto a los ritmos y normas de la institución que antaño presidía. Este domingo, la orden llegó de manera tajante: abandonar Galicia antes del lunes. La consigna, según fuentes cercanas a Zarzuela, era clara: no interferir en el protagonismo de Leonor.

Sanxenxo fue el escenario. El lugar al que Juan Carlos I acude cada vez que necesita sentirse vigente. Regatas, viejos amigos, cierto aroma de normalidad. Pero esta vez había un matiz diferente. La llegada de su nieta mayor a Marín, a escasos kilómetros, coincidía con la condecoración militar más simbólica de su formación. Y el exmonarca lo sabía.

juan carlos sanxenxo EFE
Juan Carlos en Sanxenxo EFE

Juan Carlos I quiso tener una reunión con la princesa Leonor

Aunque nadie lo haya confirmado oficialmente, Juan Carlos I quería verla. No sería la primera vez que lo intenta. Ya lo consiguió en otro acto similar, meses atrás. Esta vez, sin embargo, la respuesta fue negativa desde el primer minuto. En la Casa del Rey no hay margen para improvisaciones. Mucho menos si lo que está en juego es la imagen de la heredera.

La visita del emérito a Galicia nunca fue bien recibida por el entorno de Felipe VI. Se tolera, sí, pero con condiciones. Sin declaraciones. Sin gestos incómodos. Sin robar cámara. Esta vez, su presencia tan próxima al acto castrense de Leonor activó las alarmas. El equipo de comunicación de Zarzuela no quiso correr riesgos.

La solución fue rápida y silenciosa. El domingo por la tarde, Juan Carlos I fue escoltado hasta el aeropuerto más cercano y subió a un vuelo que le alejó de Marín. Se trató de evitar cualquier fotografía, cualquier especulación, cualquier cruce de caminos con la futura reina.

Este tipo de intervenciones no son nuevas. Pero sí lo es el tono. Zarzuela ya no negocia con el pasado. Toma decisiones con un solo eje: preservar el futuro de la institución. Y ese futuro tiene nombre propio: Leonor.

La princesa Elionor al Blas de Lezo / Casa Reial
La princesa Leonor en el Blas de Lezo / Casa Real

Casa real pone distancia entre Juan Carlos I y Leonor

El emérito ha buscado en los últimos meses cierta forma de reivindicación pública. Planea memorias, reaparece en regatas, mantiene lealtades entre los suyos. Pero su historia personal está ya fuera del relato oficial. No hay vuelta atrás. En el Palacio, ya no se contemplan gestos simbólicos de reconciliación si pueden afectar a la legitimidad de lo que está por venir.