El rey emérito Juan Carlos I ha vuelto a intentarlo. Este fin de semana ha estado entregado a su gran pasión: las regatas. Pero tiene otras intenciones. Ha pedido a su hijo, el rey Felipe VI, poder verse con Leonor.
El contexto lo favorecía. Leonor llegó este domingo a Marín, muy cerca de donde se encuentra su abuelo. El miércoles recibirá la máxima condecoración militar en la Escuela Naval. Un acto clave en su formación como futura reina. Y el emérito lo sabía. Por eso, movió hilos.

Juan Carlos I quiere un encuentro con Leonor
No es la primera vez que lo hace. En septiembre de 2024, ya consiguió verse con Leonor. Fue en un encuentro breve. También en Marín. Fue él quien lo pidió, sabiendo que Felipe y Letizia acudirían al acto por el 40º aniversario de la jura de bandera del monarca. El ambiente fue tenso, pero logró su objetivo.
Ahora, quiere repetir. Es un gesto que, según él, necesita. Aunque se sospecha que el fondo es otro. El mismo que pretende con la publicación de sus memorias. Esto es blanquear su imagen. Busca reconciliación, como dice el título de su libro. Pero también rehabilitación pública.
Negativa rotunda
En cualquier caso, Zarzuela ha dicho no. De forma clara y rotunda. No habrá visita. No habrá foto. Leonor no verá a su abuelo esta vez. No en un día tan importante. La consigna de Felipe y Letizia es firme: nada debe ensombrecer la ceremonia de su hija. Además, tampoco ven que tenga que decirle mucho a la futura reina. Si es él quien debe darle consejos…

Desde Zarzuela no lo ven con buenos ojos. De hecho, ya le habían pedido mantener un perfil bajo durante estos días. Que no hiciera declaraciones, no generara titulares y no se dejara ver demasiado. Y, sobre todo, que no se acercara a Marín. Porque este miércoles, el protagonismo será únicamente de Leonor.
El rey emérito quiere reconstruir puentes. Pero no se le permitirá hacerlo a costa de la imagen de su nieta. Porque Leonor es el futuro de la monarquía. Y el mensaje está claro: el foco debe estar en ella, no en el pasado.