La vida de Juan Carlos I en Abu Dabi parecía haberse estabilizado tras su marcha de España. Sin embargo, el exmonarca nunca ha dejado de ser un asunto delicado para la Casa Real y el Gobierno. Ahora, la preocupación no se centra solo en sus decisiones, sino en las personas que lo rodean. El entorno del emérito está bajo la lupa.

Los nombres que acompañan a Juan Carlos en sus largas estancias en Oriente Medio no son precisamente discretos. En los últimos meses, fuentes próximas a Zarzuela aseguran que se ha puesto especial atención en un círculo de amistades que no favorecen en nada la imagen de la Corona. En la lista, un apellido resuena con fuerza: Abdul Rahman El Assir, empresario con una trayectoria marcada por las polémicas y que mantiene una relación cercana con el exjefe de Estado, aunque el emérito esté viviendo ahora en Portugal.

Juan Carlos I
Juan Carlos I

En casa real consideran que muchos en el entorno de Juan Carlos I son malas influencias

No se trata de una vigilancia policial. Tampoco de una investigación judicial. Es un seguimiento político y estratégico, cuyo objetivo es evaluar hasta qué punto las compañías actuales del emérito están condicionando sus movimientos. La preocupación es que algunas decisiones recientes parecen tener más que ver con el consejo de esos amigos que con el interés de la institución.

El ejemplo más evidente es la inminente publicación de sus memorias, tituladas Reconciliación.  El temor es que, alentado por su entorno, el emérito utilice el libro para ajustar cuentas. Según dijo José Antonio Zarzalejos en El Confidencial, el texto incluye pasajes que podrían resultar muy incómodos para Felipe y Letizia. Se habla de un capítulo particularmente delicado que amenaza con abrir viejas heridas.

Conviene recordar que, cuando Juan Carlos abandonó España en 2020, lo hizo con compromisos muy concretos. Eligió destino, controló los tiempos del anuncio de su residencia y se aseguró de mantener cierto margen de autonomía. A cambio, aceptó mantener un perfil bajo y no generar más tensiones. Hoy, esos acuerdos parecen papel mojado.

Juan Carlos y Felipe VI / Europa Press
Juan Carlos y Felipe VI / Europa Press

Casa real ha empezado a perder el control sobre Juan Carlos I

La percepción en la Casa Real es que Juan Carlos I se ha vuelto ingobernable. Y lo más preocupante no es él, sino la influencia de quienes lo rodean. La idea de que amistades personales puedan marcar la estrategia de alguien que sigue siendo símbolo histórico del país inquieta a los responsables institucionales.

Los próximos meses pondrán a prueba este frágil equilibrio. Si las memorias se convierten en un escándalo, no será solo un problema del pasado, sino un desafío para el presente de la monarquía. Mientras tanto, la vigilancia sobre los amigos del emérito se intensifica, en un intento por adelantarse a cualquier nuevo movimiento inesperado.