Ahora mismo la reina Sofía no está en su mejor momento. En tan solo dos meses cumplirá 87 años y empieza a tener los primeros síntomas de su avanzada edad, como los problemas de movilidad o algún que otro despiste. La emérita ha preocupado a todos en los últimos meses. No precisamente por sus problemas de salud sino por su estado anímico. La madre de Felipe VI ha reunido a sus tres hijos de urgencia en Zarzuela. La idea es intentar no dejarla sola nunca y hacer planes con ella para que se distraiga. También le han pedido el favor a sus nietos.
Según Pilar Eyre, la reina Sofía sufriría una depresión severa. Sus hijos quieren que se ponga en manos de especialistas en salud mental, pero ella se niega en rotundo. También intentan que despeje un poco su mente y se aleje de Irene de Grecia, pero ella quiere continuar durmiendo a su lado. La emérita se encierra en su habitación totalmente a oscuras, no quiere salir ni recibir visitas. Apenas come ni duerme, signos claros de una depresión.
La reina Sofía sufre una depresión severa
Los problemas de la reina Sofía llegaron cuando la familia Borbón se dividió en dos. Felipe VI tuvo que tomar esas acciones para salvar la corona y garantizar el futuro de Leonor. Pero los episodios que han llevado a la emérita a esta situación son sus hermanos. Hace tres años falleció Constantino de Grecia a causa de un derrame cerebral, una muerte totalmente inesperada. El rey heleno era su refugio en Londres. Nunca pensó que moriría antes que ella por la edad de ambos. Unos meses más tarde se confirmó que su hermana, confidente y gran amiga, máximo apoyo, padece Alzheimer, la enfermedad del olvido. Ya ha olvidado hasta su propio nombre y funciones básicas. Dispone de personal sanitario que la asiste las 24 horas del día y los mejores neurólogos.
La última vez que los españoles vieron a la reina Sofía fue en Palma de Mallorca, participó en la recepción de las autoridades de la isla balear con los reyes, la princesa y la infanta. En esta ocasión la emérita viajó a Marivent durante tres semanas, el tiempo en el que estuvieron los monarcas, ya no quieren que se quede sola. Su aspecto físico preocupó a todos. Y aunque parece que este año aún va a tener agenda institucional, sus compromisos se han reducido. La idea es esperar hasta que Leonor termine la formación militar el próximo verano. Entonces se anunciaría su marcha con un homenaje con el Toisón de Oro.
