Carolina de Mónaco recibe todos los halagos del mundo por su increíble belleza. A sus 68 años luce radiante. Gracias a su filosofía de vida, la princesa desata envidias con una envidiable figura y una energía desatada por su dieta rica en proteínas, libre de azúcares y completamente alejada de los alimentos procesados, tal y como ha revelado. Unas pautas que ahora todas quieren seguir para llegar a esa edad con esa actitud y esa belleza.
La proteína juega un papel determinante en la alimentación de Carolina de Mónaco. Es algo que no puede faltar en los alimentos que ingiere. En su cocina no faltan los pescado frescos, los huevos orgánicos, las legumbres seleccionadas y lo macros de carne. Gracias a esta alimentación consigue una buena forma física, los músculos bien tonificados y provoca la regeneración celular. También le aporta saciedad.
A lo que le ha dicho “no” para siempre es al azúcar refinado. Gracias a este gesto “tengo más claridad mental y mejor piel”. En su lugar, Carolina opta por frutas bajas en fructosa, como frutos rojos, y endulzantes naturales en dosis mínimas, siempre priorizando lo orgánico.
Carolina de Mónaco, como Letizia, huye de los ultraprocesados
Igual que la reina Letizia, Carolina de Mónaco también ha eliminado de su dieta los ultraprocesados, ya que ella prefiere productos de proximidad, alimentos saludables, sanos, de temporada y preferentemente locales. Verduras frescas, aceites prensados en frío, semillas y fermentos artesanales componen su menú, y esta elección no solo refleja un compromiso con su salud, sino también con el medio ambiente y la cultura gastronómica mediterránea.
Algo que beneficia mucho a Carolina de Mónaco es su actitud frente a la vida. Siempre se ha visto joven y ha lucido como una de 30 en muchas ocasiones. Confía en las modas de las más jóvenes y todo le sienta como un guante.
