A inicios de este año, el príncipe Harry sacudió los cimientos de la Casa Real británica con la publicación de su libro de memorias, titulado 'Spare', donde desveló los recovecos más íntimos de su vida. Desde sus experiencias personales hasta el doloroso trauma por la pérdida de Lady Di, pasando por su tiempo en la guerra de Afganistán y revelaciones sobre su complicada relación con las drogas. Sin embargo, lo que provocó un verdadero caos en Buckingham Palace fue su descarnada descripción de Camilla Parker Bowles, la esposa del rey Carlos III.

En las páginas de 'Spare', Harry se despoja de cualquier atisbo de reserva al describir a Camilla como la "malvada madrastra", la "villana" y una mujer "peligrosa" capaz de dejar un rastro de destrucción para salvaguardar su reputación. Estos calificativos, lejos de pasar desapercibidos, han puesto en evidencia a la actual reina de Inglaterra, quien ha optado por tomar medidas drásticas para distanciar al príncipe Harry de la Corona británica y de su propio padre.

Camilla ejerce su influencia y veta los encuentros entre Harry y Carlos III

De acuerdo con fuentes del Palacio, Camilla Parker Bowles ha bloqueado todo intento de acercamiento entre el rey Carlos III y su hijo, el príncipe Harry. Fuentes allegadas al entorno del monarca han filtrado que Camilla ha impuesto la prohibición de encuentros espontáneos de Harry con su padre o de permanecer en cualquier residencia real sin previo aviso. Fuentes allegadas al soberano británico aseguran que “Carlos fue tomado por sorpresa. Camilla tomó el asunto en sus propias manos".

Ante esta acción, el rey no ha ocultado su descontento. Según informes de 'spiceend.com', el ultimátum de Camilla ha desatado “una de las peleas más grandes de la historia y ha dejado su matrimonio en ruinas”. A pesar de las especulaciones sobre el supuesto deseo de Camilla de restaurar la armonía familiar entre los Sussex y el resto de los miembros de la Familia Real, fuentes de 'The National Enquirer' afirman que la actual reina de Inglaterra no siente ningún afecto por el príncipe Harry después de sus críticas personales en 'Spare', junto con las acusaciones de racismo surgidas en la entrevista de Harry y Meghan con Oprah Winfrey, así que lo quiere lejos del Reino Unido.

Carlos III busca la reconciliación, sin embargo, Camilla se interpone en el camino

Además, una fuente interna afirmó: "¡No se equivoquen, Camila es el poder detrás del trono! Ella exigió que el rey se levantara, pero cuando él confesó que se sentía culpable por no haber sido un buen padre para Harry cuando era niño, ella tomó el control".  De hecho, según informantes del Palacio, Camilla Parker Bowles se opuso firmemente a la idea de que Carlos III invitara a Harry a su celebración de cumpleaños número 75. A pesar de esta oposición, el monarca extendió una invitación a su hijo pequeño, quien, dada la persistente tensión familiar, optó por no aceptarla. Además, su esposa, Meghan Markle, no recibió una invitación para este evento, por lo que optó por mantenerse al margen, buscando proyectar una imagen de unidad en su matrimonio en medio de los rumores de separación que los han envuelto en los últimos meses.