El cabo Cabello y el teniente coronel Mochi han sido dos amigos inseparables de Juan Carlos I desde su juventud. Nunca le han dejado solo y menos en estos momentos tan complicados. El teniente coronel ha sido como un segundo padre para las infantas Elena y Cristina, y también para Froilán y Victoria Federica. Han cumplido con todas las peticiones del emérito. Gracias a su presencia no se ha sentido tan solo en Abu Dabi, aunque ahora parece que los días en los Emiratos Árabes están contados. Después de cinco años en el exilio este mes de agosto, el marido de la reina Sofía quiere volver a casa. Está ejerciendo presión para quedarse en España, pero viendo que Felipe VI no está dispuesto a darle la autorización, está buscando una segunda opción muy cerca.

Juan Carlos I ha pedido al cabo Cabello y al teniente coronel Mochi que le ayuden a buscar una mansión que se adapte a sus necesidades en Portugal. El emérito quiere vivir en el país vecino como su padre para estar cerca de España, principalmente de Sanxenxo. De esta forma si algún día enferma de gravedad o fallece las cosas serían mucho más fáciles. Además, podría desplazarse con mayor comodidad y en menos tiempo. Él ya no está para viajes de tantas horas y cambios horarios.
Juan Carlos I tiene mucho miedo a la muerte
El emérito tiene mucho miedo a la muerte. Ya ha cumplido 87 años y está más cerca de los 88. Aunque él considera que es una persona todopoderosa y multimillonaria, hay algo que los ricos todavía no pueden comprar, la muerte. Sabe que le quedan muy pocos años y cada vez está más delicado de salud. Los médicos le han dicho que solo podrá moverse en silla de ruedas y será una persona totalmente dependiente.
Cabello y Mochi han hablado seriamente con las infantas Elena y Cristina mostrándoles su preocupación. El emérito habla constantemente de la muerte y está preocupado por su funeral. Lleva meses preparándolo.
Se espera que Juan Carlos I se instale en Portugal el próximo mes de julio, no quiere dejar pasar más tiempo. Lo hará en compañía de sus amigos y con la ayuda de las infantas. Probablemente Froilán también se traslade al país vecino. Ya ha visto varias mansiones en la zona de Estoril y Cascais.
