Los pasillos de la alta sociedad británica vuelven a estremecerse con un evento que, aunque íntimo y familiar, amenaza con convertirse en un auténtico terremoto mediático: el bautizo de Cosima Florence Grosvenor, hija del multimillonario y aristócrata Hugh Grosvenor, duque de Westminster. Y es que este acontecimiento no solo congregará a la élite del Reino Unido, sino que podría poner frente a frente, después de años de tensiones, al príncipe Guillermo y al príncipe Harry. El motivo no es menor: Grosvenor, considerado uno de los hombres más ricos de Gran Bretaña y padrino de los hijos de ambos hermanos, estaría contemplando la idea de pedirles que asuman el mismo rol con su hija recién nacida. Una jugada que podría ser histórica… o convertirse en un nuevo campo de batalla dentro de la ya fracturada familia Windsor.
Hugh Grosvenor: un puente entre dos hermanos distanciados
En el exclusivo círculo de amistades del duque de Westminster, los lazos con los Windsor han sido siempre estrechos. Hugh Grosvenor fue elegido padrino del príncipe George, primogénito de Guillermo y Kate, y también de Archie, hijo de Harry y Meghan. Esa cercanía coloca al aristócrata en una posición privilegiada, pero también en un dilema monumental: ¿Cómo puede elegir padrinos sin avivar la guerra fría entre Guillermo y Harry, dos hermanos separados por años de desencuentros y decisiones irreversibles? En este tablero de alianzas, cada gesto podría convertirse en una señal: una ruptura más profunda o un intento de reconciliación que nadie esperaba.
Ahora bien, la prensa británica da prácticamente por sentado que el príncipe de Gales será el padrino de Cosima. No obstante, la verdadera incógnita surge en torno a Harry, quien podría ocupar el segundo lugar en las apuestas. Se trataría, sin embargo, de un movimiento diplomático tan delicado como arriesgado, especialmente si se recuerda que ni siquiera la fastuosa boda de Grosvenor —celebrada en 2023 y marcada por la llamativa ausencia de los Sussex— logró reunir a los hijos de Carlos III en un clima distendido.
Guillermo y Harry: enemistados desde el ‘Megxit’
La ruptura entre Guillermo y Harry es de sobra conocida. Desde el ‘Megxit’ en 2020 y el fallecimiento de la reina Isabel II en 2022, las pocas veces que se han visto en público apenas se han dirigido la palabra. Ni la coronación de Carlos III ni la enfermedad del monarca lograron suavizar la tensión. Tampoco encuentros más discretos, como el funeral de Lord Robert Fellowes, tío de Diana de Gales, donde testigos confirmaron que los príncipes mantuvieron las distancias.
Harry, por su parte, ha reconocido en entrevistas su disposición a tender puentes, aunque admite que “hay heridas que nunca sanarán”. Su polémico libro de memorias, junto con su distanciamiento voluntario de la Familia Real, continúa pesando como una losa en cualquier intento de reconciliación. En este contexto, el gesto de Grosvenor podría ser interpretado como una última oportunidad para acercar a los hijos de Diana bajo el manto de un evento familiar. Sin embargo, no todos son optimistas. Fuentes cercanas a los Sussex aseguran que Harry y Meghan podrían ver esta invitación como una trampa social para “exhibir cordialidad forzada” frente a Guillermo. Y en el Palacio de Kensington, se teme que el simple hecho de compartir padrinazgo con Harry pueda resultar incómodo para el heredero al trono.