El caso Albert Solà, en el Congreso de los Diputados. El camarero más famoso de la Bisbal d'Empordà, que asegura que es hijo de Juan Carlos I, hizo publicar en diciembre los tests de ADN que demostrarían que su padre es el emérito. Unos documentos que vieron la luz en Elcierredigital y que recogió EN Blau, según los cuales la relación de parentesco entre ellos estaría confirmada: "Los análisis aportan una coincidencia del 99,9% entre ambos individuos", afirman unos papeles con sello del 2007 pero que el Tribunal Supremo no aceptó como prueba en su demanda de paternidad. Jon Iñarritu quiere hacer ahora que el Gobierno responda del asunto en sede parlamentaria.

Joan Carles Felip EP

Las pruebas de ADN aportadas por Albert Solà sobre la paternidad de Juan Carlos llegan al Congreso de la mano de Jon Iñarritu | Europa Press

Y es que de ser cierto que Albert Solà es hijo de Juan Carlos, esto podría hacer abrir el melón de la legitimidad de Felipe al trono de España. O eso cree al menos el diputado de Bildu en Madrid. El ampurdanés tiene 64 años, 12 más que el actual monarca, que tiene 52. Sería, por lo tanto, el primogénito del emérito. En caso de que la Justicia juzgara el caso y confirmara que es su hijo biológico, por edad le correspondería a él llevar la corona. Iñarritu ha hecho público a través de Twitter que ha pedido al ejecutivo del PSOE y Podemos que se pronuncie. "Preguntamos al Gobierno si de confirmarse estos datos, y teniendo en cuenta que es el primogénito, el jefe del estado “legítimo” sería Albert I y no Felipe VI. Parece que la Mesa del Congreso quiere vetar la pregunta. Veremos la excusa", escribe.

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Al día siguiente de la macroencuesta que revela que un 40,9% de los españoles no quiere la monarquía y sólo un 34,9% la apoya, Iñarritu hurga en la herida y pone en duda la legitimidad de Felipe para ser rey de España. Asegura que la Mesa del Congreso no quiere que se hable del tema y tiene intención de vetar la pregunta. ¿Responderá Pedro Sánchez?