La relación entre Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia ha estado marcada por la discreción desde el primer momento, pero eso no significa que esté exenta de tensiones. Una de las situaciones más delicadas para la pareja se repite cada vez que él viaja para ver a sus hijos, fruto de su matrimonio con la infanta Cristina. En estos encuentros, la presencia de Ainhoa no solo no es bienvenida, sino que es activamente evitada por deseo expreso de su exesposa.
El último episodio ha tenido lugar en Barcelona, ciudad donde reside Pablo Urdangarin, uno de los hijos del ex matrimonio, quien recientemente ha renovado su contrato con el equipo de balonmano Granollers. Con este motivo, tanto Cristina como Iñaki coincidieron en la ciudad para visitar a su hijo y compartir una pequeña celebración familiar. Sin embargo, Ainhoa volvió a quedarse al margen, alojada en un hotel cercano, mientras su pareja pasaba tiempo con su familia.
Ainhoa Armentia empieza a estar cansada de tener que esconderse
Según diversas fuentes, este tipo de situaciones comienzan a pasar factura a Ainhoa, que siente que sigue ocupando un lugar secundario en la vida de Iñaki. Está profundamente molesta. Aunque su relación ya no es un secreto para nadie, ella considera que después de tanto tiempo debería poder formar parte, al menos de forma ocasional, de los encuentros familiares. Sin embargo, la infanta Cristina mantiene un férreo veto sobre cualquier tipo de acercamiento entre sus hijos y la pareja de su exmarido.
Ainhoa se siente cada vez más frustrada. Según su entorno más cercano, no entiende que, tras un año y medio desde el divorcio oficial entre Cristina e Iñaki, aún no se le permita ocupar un rol más visible. Las reuniones familiares entre Iñaki y sus hijos son frecuentes, y cada vez que se producen, se repite el mismo patrón: ella se queda en el hotel, esperando, mientras él acude solo a los encuentros. Y está cansada de esconderse.
Iñaki Urdangarin y Cristina coinciden en Barcelona
En este último viaje, tal y como explican varios medios, Iñaki fue visto descargando maletas en el garaje del edificio donde vive su hijo Pablo. Ainhoa, mientras tanto, se alojó en otro hotel de la zona, sin ningún tipo de contacto con el entorno familiar del exduque de Palma. Cristina, por su parte, también se hospedó en el Marriott AC Victoria Suites, muy cerca del domicilio de su hijo, y acudió a una reunión en las oficinas de La Caixa, donde trabajó durante más de dos décadas.