Després d’anys recuperat del càncer que li van diagnosticar el 2003, Frank Cuesta va recaure de la malaltia a les acaballes del 2019. Aleshores va preferir no explicar directament el que li passava, es va limitar a dir que s’havia posat malalt, una altra vegada, i que una medicina havia provocat que li caiguessin els cabells. Era la quimioteràpia. En tot aquest temps, el presentador ha obviat la maleïda paraula en cadascuna de les seves aparicions públiques. Fins ara, que s’ha obert en canal en un dels seus vídeos de YouTube i n’ha parlat amb els seus seguidors.
@cuestafrank
“La vida no es fácil”. Cuesta ha valorat la situació de crisi derivada de la pandèmia i s’ha referit al seu propi estat de salut: “No hay tiempo para la desesperación, la queja, echar culpas o reproches. Es un tiempo de supervivencia, de buscarse la vida cómo sea. Siempre me escucháis decir que la vida es una mierda maravillosa. Llevo diciendo esto 17 años. Algo que nunca he pronunciado es la enfermedad que he tenido, que tengo y que seguramente sea lo que en el futuro termine conmigo”. D’una vegada per totes, el televisiu verbalitza el nom de la seva malaltia: “Cuando me diagnosticaron una leucemia acelerada y me dieron un tiempo de vida, me di cuenta de que muchas coses no merecían la pena. No merecía la pena el poder, el dinero, el tener... merecía la pena el vivir”.
“Cuando te llegan tiempos así, le pegas una gestión a tu vida total, y te das cuenta de la cantidad de tonterías que has hecho, el tiempo que has perdido y, sobretodo, empiezas a apreciar un poquito más cada día, cada amistad, cada amor, cada persona y sobretodo aprecias la vida”. Amb només 48 anys, Cuesta assegura que es troba “en el tiempo del descuento”. Però més enllà del fet dramàtic de la malaltia, el presentador narra la seva experiència per a demanar a l’audiència que no es lamenti, malgrat les dificultats, i es busqui les garrofes: “En estos momentos en los que estamos todos jodidos, hay que buscar soluciones y hacer lo que sea. Buscar el sustento para nuestras familias, ayudar a nuestros padres, con cualquier trabajo aunque no tenga que ver con lo que hemos estudiado. Hay momentos en los que hay que bajarse los pantalones y olvidarse del orgullo. Lo importante es hacer que la gente de nuestro alrededor esté mejor”.
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Si els ciutadans travessen dificultats, els polítics no seran pas els que els donin un cop de mà, afirma el castellanolleonès, que assegura que l’únic que fan es barallar-se entre ells: “Así no se encuentran soluciones. Se encuentran soluciones bajándose los pantalones de vez en cuando, diciendo ‘vamos a tener que aguantar esto y mirar para adelante’. Después te arremangas la camisa y te pones a trabajar (...) No esperéis que os den u que os prometan nada, buscad lo que sea por vosotros mismos”.
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I un consell final per a tots aquells que vulguin escoltar-lo: “Es mejor vivir feliz un día más de vida, que vivirlo amargado porque no soluciono nada. Buscad la felicidad en las pequeñas cosas”.