Tenir gent tancada en una casa a Guadalix de la Sierra li ha proporcionat a Telecinco una sèrie de beneficis traduïts en enormes dades d'audiència, ingressos publicitaris, etc... Des que fa ja molts anys van començar les seves emissions de Gran Hermano, la cadena de Vasile ha explotat la gallina dels ous d'or amb edicions protagonitzades per anònims, per VIPS o per parelles amb comptes pendents. Però després hi ha l'altra cara de la moneda: veure in situ com els concursants, sent conscients o no de les càmeres, deixen aflorar els seus instints més primaris i tenen abjectes comportaments davant dels espectadors. Alguns, fins i tot, traspassant línies vermelles. Agressions verbals, físiques, i el que va passar fa dos anys, un dels episodis més foscos, per no dir el que més, de la història del programa.
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Una nit de novembre, Carlota Prado assegura que va ser violada dins la casa per un altre concursant, José María López. Unes imatges que la noia no pot esborrar de la seva ment, especialment, per la passivitat per part del programa d'intervenir-hi, veient que ella no era conscient del que estava passant, després d'una festa amb alcohol: "Se ve perfectamente que se aprovecha de mí en la habitación y que yo estoy inconsciente. Se ve cómo le digo "quítate, no puedo". Es mi cuerpo el que sale ahí, inconsciente y violado. Es que incluso se ve cómo se ríe de mí después de hacerlo. Se ve cómo la 'Super' me llama y yo no respondo porque estoy inconsciente. No llego a explicarme cómo el programa lo permitió. Esto pasa a la una y media de la mañana, y nadie irrumpió. Cada habitación de la casa tenía trampillas por las que el equipo del programa podía entrar de urgencia. enían pruebas suficientes como para sacarlo inmediatamente y no permitir que se riera en mi cara al decirme que me cuidó". És el dur testimoni de Carlota. Assenyala José María i assenyala els responsables del programa.
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Ara, la jutge que porta investigant el cas durant dos anys ha donat per acabada la instrucció. I les seves conclusions posen la pell de gallina. En la interlocutòria, publicada per El confidencial, es poden llegir coses com "Carlota Prado se hallaba tumbada sin apenas moverse, boca arriba, con los ojos cerrados desde que se metió en la cama, cuando José María López, otro concursante, realizó movimientos bajo el edredón que aparentemente pudieran consistir en penetraciones". La jutge fa un resum dels fets, a partir d'un vídeo mai no emès, i que forma part de la instrucció: "José María le dijo a Carlota que le iba a contar un secreto y tapó a ambos con el edredón, observándose una manipulación interna en la que José María pudiera ser que estuviera quitando los pantalones y las bragas a Carlota. Esta le comunicó, sin apenas fuerza, la frase 'no puedo', sacó uno de sus brazos del edredón y lo dejó caer contra la pared. También se quitó la parte de arriba con dificultad y sacó una mano, posicionándola en vertical y recta hacia José María, en la que pudo manifestarle que parase su acción, la cual pudiera consistir en tocamientos de su cuerpo en base a las oscilaciones apreciadas".
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El relat judicial continua, detallant els indicis que es considerarien abús sexual: "Carlota se hallaba sin apenas moverse, boca arriba, con los ojos cerrados desde que se metió en la cama. Carlota le dijo: 'Quita' y se dio la vuelta, para posicionarse de espaldas a José María. Asimismo, se volvieron a ocasionar desplazamientos por parte de Jose María que impulsaban a Carlota hacia arriba y abajo, sin que 'motu proprio' esta reaccionara ante tal estímulo; el cual pudiera consistir, de acuerdo con la posición de José María y su respiración más agitada, en penetraciones [...]. José María tapó la cara a Carlota con el edredón, diciéndole: 'Tápate', reiterando los mismos desplazamientos que aparentemente pudieran consistir en penetraciones". Cinc minuts així, segons la jutge, després de veure les imatges. Cinc minuts fins que la 'súper', María Robles Hurtado, els va ordenar que es col·loquessin bé els micròfons.
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Just llavors, "Carlota empezó a vomitar y José María dijo a la 'súper' entre risas que Carlota no podía ir al confesionario. Carlota apenas se movía de la cama, permaneciendo con los ojos cerrados e impidiendo que José María la vistiera por no querer cambiar su posición. Posteriormente, cuando aquella logró levantarse, con la ayuda de José, se puso encima una manta y al caminar se le cayó su ropa interior". A partir d'aquest moment, la Fiscalia i les parts poden acusar i en el judici es decidirà com acaba aquest malson per una concursant que encara no entén per què el programa no va fer res.