Los Mossos d'Esquadra investigan si la agresión a una joven de 23 años con síndrome de Down en el metro de Barcelona fue intencionada o aleatoria. Los investigadores tratan de saber si el agresor escogió a la víctima porque tenía diversidad funcional o hubiera agredido a cualquier otro que le hubiera pasado por delante.

De momento la policía ha derivado el caso a la Fiscalía de Delitos de Odio y Discriminación, especializada en este tipo de agresiones. La policía trata de saber cuál es el móvil. Para eso también son claves las imágenes que hayan grabado las camaras de seguridad del metro. Sin embargo, el conseller d'Interior, Jordi Jané, ha advertido que no siempre las imágenes pueden aportar datos relevantes.

Fuentes de TMB explican que se están buscando las imágenes y que el agresor todavía no ha sido identificado.

La familia de la joven, de 23 años de edad, puso una denuncia ante los Mossos d'Esquadra por la agresión, del martes pasado, en la que la chica sufrió heridas de carácter leve por un codazo y un puñetazo en la nariz. Los hechos tuvieron lugar este martes, en torno a las dos del mediodía, en la estación de Sants de la línia 3, cuando la chica volvía a casa después de haber asistido a las clases de un programa de inserción laboral.

La chica bajó del vagón y se dirigió hacia las escaleras para salir a la calle Numància. Fue entonces cuando un hombre de mediana edad la avanzó, le dio un codazo en el hombro y después un puñetazo a la altura de la nariz, que le provocó lesiones en la cara y le rompió las gafas. Acto seguido, el agresor se marchó corriendo. Aunque la chica pidió ayuda, ya no quedaba nadie en el andén para poder socorrerla.