El día que hace 41 años que el dictador Francisco Franco murió en la cama, los representantes de las instituciones catalanas han denunciado la complicidad del gobierno español -incapaz de anular juicios irregulares y reconocer los asesinatos del régimen- con el franquismo. "Se les debería caer la cara de vergüenza", ha exclamado la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, en el acto de condena al franquismo, organizado por Òmnium, en la prisión La Model de Barcelona.

Forcadell ha remarcado que "las instituciones y entidades continuamos y seguiremos trabajando para la reparación de las víctimas del franquismo". "Se lo debemos a las víctimas y a los familiares, pero lo haremos también por nuestra dignidad, como sociedad y como catalanes", ha sentenciado, para después denunciar la actitud del Estado español al no querer juzgar los crímenes franquistas, no anular los procesos de la dictadura y "no extraditar personas" derivadas de las causas abiertas en Argentina.

"Eso tendría que hacer caer la cara de vergüenza al mundo judicial y político del Estado", ha concluido.

En este contexto, los representantes de las diferentes instituciones que han participado se han comprometido a culminar el proceso de reconocimiento y reparación de los afectados. Así lo han explicitado tanto la misma Forcadell, como el conseller de Relaciones Institucionales, Raül Romeva, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

La Modelo, espacio de memoria

El acto lo ha abierto el conseller de Justicia, Carles Mundó, que ha apostado por cerrar La Model y abrir el edificio a la ciudadanía como espacio de memoria.

Una reclamación secundada por la entidad impulsora del acto, Òmnium Cultural, que en boca de su presidente, Jordi Cuixart, ha pedido al Ayuntamiento de Barcelona que preserve La Model como espacio de memoria Histórica.

Un guante que ha cogido la alcaldesa de la ciudad que ha confirmado que la conselleria de Justicia y el consistorio trabajan para hacerlo posible: "espero anunciar muy pronto que la Modelo será un espacio de memoria y de equipamientos de los barrios próximos".

Connivencia

Además, ha querido denunciar "la impunidad" del franquismo hoy día, con crímenes sin juzgar o con una fundación en honor al dictador. "No nos alimenta el espíritu de revancha pero exigimos justicia para que el crimen no quede impune y quede de ejemplo para nuestras nuevas generaciones", ha dicho Colau, que ha añadido que el acto de Òmnium ha servido "para llamar justicia y reparación, y para acabar con la impunidad de los crímenes del franquismo".

En la misma línea se ha expresado el presidente de Òmnium. Cuixart se ha sumado a las críticas al Estado por la "connivencia con su pasado franquista".

"Cuarenta y un años después de la muerte de Franco, no se ha juzgado nunca al franquismo. España no ha pasado cuentas con su pasado totalitario y es inaceptable", ha sentenciado. Además, ha pedido que "la república catalana establezca las bases para poder hacer justicia y reparar a las víctimas como se merecen". "Haremos un país nuevo, sin ninguna renuncia", ha asegurado.

La lucha de las entidades

El conseller Romeva ha agradecido la lucha de las entidades en todos estos años: "un agradecimiento a los que no han callado en todos estos años. Y una disculpa porque las instituciones llegamos tarde. Sigue habiendo necesidad y hambre de justicia, respeto y reconocimiento," ha dicho.

El testimonio de las víctimas

Las víctimas han tenido un especial protagonismo con diferentes intervenciones.

La abogada Magda Oranich ha recordado las horas previas a la muerte de Salvador Puig Antich y ha apuntado que "lo mejor que podemos hacer por los que murieron por la libertad es recordarlos". Montserrat Puig Antich ha recordado a Oriol Arau y el padre Manero, dos personas que pasaron la última noche de vida con su hermano, en marzo de 1974.

En este turno de intervención de testimonios también se han escuchado las voces de Carod Rovira o del hijo de Carrasco i Formiguera que ha recordado a su padre como un "gran catalanista y ferviente católico": "eso lo mató", ha apuntado.

El turno lo ha cerrado Josep Cruanyes, presidente de la Comisión de la Dignidad, que ha hablado de la iniciativa parlamentaria que pide la nulidad de los consejos de guerra del franquismo. "Era el eje principal de la represión franquista", ha dicho, defendiendo la "reparación de las víctimas" que supondría poder dejar sin efecto los juicios y sentencias. "Es una necesidad anular los procesos", ha concluido.

El momento más emotivo lo ha protagonizado el cantautor Joan Isaac que, armado con su guitarra, ha interpretado la pieza 'A Margalida', inspirada en la novia de Puig Antich.