Tal día como hoy –según la mayoría de las fuentes– del año 1876, hace 141 años, un grupo mayoritario de dirigentes vecinales de La Boca (Buenos Aires) proclamaban la constitución de una República que independizaba el territorio tanto de la capital como de la nación argentina. La Boca era un barrio de 40.000 habitantes formado mayoritariamente por inmigrantes genoveses que conservaban la lengua ligur. Pero fue la desatención crónica de los gobiernos municipal y nacional a los graves problemas sociales, económicos y urbanísticos del barrio lo que impulsó el movimiento independentista. La Boca era un barrio situado sobre una zona inundable que, con anterioridad, había sido un mercado de esclavos y un saladero de carnes. En 1876 concentraba los sectores de población más humildes de Buenos Aires.

Algunas fuentes citan que la nueva República envió una misiva diplomática al rey de Italia para abrir un proceso negociador de amistad y de protección que no obtuvo respuesta. La resolución de la crisis llegó de la mano de dos relevantes personajes que eran de origen catalán: Julio Roca y Adolfo Alsina; muy vinculados a Montserrat, el barrio "catalán" de Buenos Aires. La colonia catalana había estado muy comprometida con el proceso de independencia y de construcción nacional de Argentina, y el presidente Avellaneda confió a dos miembros de la comunidad la resolución de la crisis. Roca era nieto del barcelonés Pere Roca e hijo de Segundo Roca –héroe de la independencia. Y Alsina era nieto del también barcelonés Joan Alsina e hijo de Valentín Alsina –uno de los más destacados gobernantes de la época–.

La República independiente de La Boca. Niños en el Hotel de Inmigrantes, en La Boca. Font Archivo General de la Nación

Niños en el Hotel de Inmigrantes, en La Boca

El conflicto se resolvió de una manera negociada e incruenta, como era la voluntad del presidente Avellaneda. La Boca se convirtió en un colegio (distrito) propio y se negociaron importantes mejoras. Alsina, que había sido gobernador de Buenos Aires y vicepresidente de la nación, era una figura de un prestigio político incuestionable. Y Roca, que había sido un destacado militar en el conflicto que consolidó el dominio argentino sobre la Pampa; era una personalidad emergente: sería el 9º y el 14º presidente de la nación. Alsina y Roca, con Felipe Llavallol, hijo del barcelonés Jaume Llavallol, que había sido gobernador de Buenos Aires y presidente del Senado argentino, serían, con Alsina padre, los catalanes más relevantes en el proceso de consolidación de la nación argentina.