El comando terrorista que provocó una matanza en Barcelona el pasado jueves, dos muertes más en Sant Just Desvern y Cambrils, y que ha tenido en vilo a diferentes poblaciones catalanas en los últimos cuatro días, ha quedado neutralizado. Younes Abouyaaqoub, el conductor de la furgoneta que atropelló mortalmente a 13 personas en La Rambla barcelonesa e hirió a más de un centenar y el único de los terroristas que seguía en libertad, ha sido abatido este lunes por los mossos en Subirats, en el Alt Penedès. Los doce integrantes de la célula están muertos o han sido detenidos después de una serie de exitosas operaciones de los Mossos d'Esquadra zanjadas en un tiempo récord en este tipo de situaciones. Ello pone de relieve la madurez de una policía que ha trabajado estos últimos años en medio de fuertes incomprensiones, con medios materiales demasiadas veces escasos y con muchos de los canales directos de información antiterrorista cerrados.

Eso es así y debe decirse de una manera inequívoca en un día que solo puede ser de gran felicidad para la policía catalana. Ahora sí que se puede dar por cerrada la operación y no el pasado sábado, cuando el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, de manera imprudente y para llenar de contenido una insulsa rueda de prensa, la primera que realizaba, así lo anunció. Cierto que luego se excusó pero su reacción no era más que la prueba de una evidencia: el cargo le viene grande y costará mucho que en Madrid se asuma el éxito de la policía catalana por un lado y del Govern por el otro en el tratamiento de una información siempre sensible para los ciudadanos y cuya actuación ha tenido un indudable eco internacional.

Es incluso previsible que ante esta realidad se busquen todo tipo de resquicios para tratar de hurgar con informaciones sesgadas, cuando no malintencionadas, o se abran debates sobre temas menores. El Govern de Catalunya ha demostrado eficacia y solvencia en la materia más difícil de todas y sus ciudadanos pueden hoy respirar algo más tranquilos. Y prepararse para salir a la calle con orgullo el próximo sábado a proclamar No tenim por.