Empate de prestigio. El Girona consigue sumar un punto contra la Real Sociedad en Montilivi después de otra exhibición de despliegue físico (1-1). El equipo encadena cuatro partidos sin perder y Stuani vuelve a marcar -de cabeza- para consolidarse como máximo goleador: siete goles en diez partidos.

Primer ataque y primer gol

La Real ha empezado el partido enchufada. Los de Eusebio Sacristán han demostrado que el parón internacional se les ha hecho muy corto porque han vuelto al trabajo de la misma manera que acabaron: marcando. Y es que sólo han necesitado seis minutos para deshacer el empate a cero. El Girona no se había ni atado las botas y ya perdía.

Willian José ha dejado en evidencia a Bernardo con un recorte dentro del área para superar con un disparo cruzado la salida de Bono. Jugada individual para enmarcar. Pablo Machín veía desde la banda cómo su planteamiento se hundía. Al equipo le tocaba reaccionar.

El Girona lo ha intentado, pero sin el brillo ni lucidez de las últimas jornadas. Portu, Stuani y compañía mantenían la misma hoja de ruta pero parecían acusar la baja de Pere Pons, lesionado, en el medio del campo. La Real, que no regala ni una pelota, ha empezado a crecer gracias al talento individual.

ADN gerundense

Jugador por jugador, el Girona era consciente de que perdía todas las comparaciones. Y por eso tenía que hacerse fuerte, como grupo, alejando a los jugadores más talentosos de Eusebio de la portería de Bono. Oyarzabal y Januzaj han entrado en juego desde las bandas y el partido lo ha notado.

Al Girona le costaba aguantar de pie ante un proyecto plenamente consolidado. Pero otra vez, el amor propio del equipo ha saltado a escena para mantener con vida el partido. El empuje de los carrileros, Mojica y Maffeo, ha sido clave para que la cámara de televisión enfocara Rulli, portero de los vascos.

El dominio de la Real, en diferentes fases del juego, ha sido estéril por culpa de la voluntad del Girona, aferrado al trabajo en equipo y la solidaridad como grandes premisas para conseguir la salvación.

Un partido nuevo

El descanso ha revitalizado a los dos equipos. El ritme y el nivel han subido. El Girona ha empezado a encontrar espacios en ataque, encadenando centros laterales que no acababan entre los tres palos. Además, la Real enseñaba las uñas al contragolpe y obligaba a Bono a lucirse para mantener el 0-1.

Portu ha estado a punto de hacer el empate pero su disparo ha chocado con el pie de Rulli. Las ocasiones locales han encendido al público en una noche gélida en Montilivi. El mismo Portu ha sido el gran artífice del 1-1, después de aprovechar un pase de Maffeo y centrar un balón al segundo palo para que Stuani, de cabeza, marcara su séptimo gol de la temporada.

El Girona tenía casi treinta minutos por delante para aprovechar la inercia positiva y darle la vuelta al marcador. Y Bono ha vuelto a colaborar a conseguir el objetivo con una parada a Januzaj que entrará en todos los resúmenes de la jornada. A pesar de intentarlo, el equipo no ha encontrado el segundo gol pero ha acabado con buen sabor de boca por el punto que consolida su buen momento.

A pesar del exigente calendario, el Girona cerrará esta 12ª jornada de Liga sumando 16 puntos y volverá a ver Europa mucho más cerca que el descenso.