Chile se ha clasificado para la final de la Copa Confederaciones al derrotar en Portugal a los penaltis (3-0) y con un Claudio Bravo que se ha vestido de héroe. Un empate a cero al final de los 120 minutos han dejado la decisión final desde la pena máxima, pero el portero chileno, con tres paradas de tres disparos, se ha convertido en el hombre del partido.

Chile ha sido el equipo que más ha propuesto, que ha tenido el balón y ha tenido las mejores ocasiones. Un gran Arturo Vidal ha comandado el encuentro, pero sin suerte final con los palos como principales enemigos. La selección chilena, llena de confianza, ha tirado de paciencia hasta que finalmente ha llegado la hora de la genialidad de Bravo, capaz de tumbar una parada selección campeona de Europa.

Portugal ha mostrado mucho oficio, calidad, pero ningún tipo de ambición. Un poco de Adrien Silva y muy poco Cristiano Ronaldo. Quejumbroso y sin tener el día, Cristiano ha estado decepcionante y con muy poco carácter para ponerse al equipo en la espalda.

El fútbol ha premiado al más valiente, ya que Chile ha atacado más y ha dispuesto de las mejores ocasiones de gol. Portugal no ha tenido la enorme fortuna que le dio la Eurocopa y las cosas finalmente han dejado en su sitio a cada uno. Ahora San Petersburgo espera el próximo domingo a Chile para sumar un nuevo título en su palmarés. El campeón americano podría imponerse también en la Copa Confederaciones.