Del 18 al 28 de mayo Barcelona volverá a acoger el DOCKES Barcelona Festival, el gran encuentro del cine audiovisual, que el año pasado superó a los 100.000 espectadores. Este año se llega a la 20ª edición, que se presenta con el subtítulo "Miradas inquietes" y pretende extender sus actividades por diferentes puntos de la geografía catalana: Berga, Granolllers, Manresa, Vilafranca del Penedès, Badalona y La Garriga. Además, el Festival también se celebra en Valparaíso (Chile) y en Medellín (Colombia). El festival se amplía hasta 10 días, en qué se proyectarán 94 películas de 30 países (la mayoría en los cines Aribau y Aribau Club, pero también en el CCCB, en la Antiga Fàbrica Estrella Damm y en la Librería Altaïr). Hay previstas sesiones especiales para escolares dentro del programa DOCS & Teens. Y los que estén lejos o no puedan ir a las sesiones, podrán seguir los filmes del festival a través de la plataforma Filmin. En Barcelona, durante estos días, se presentarán medio millar de profesionales del cine, invitados al acontecimiento.

Con ojos de mujer

Varias películas aportan miradas femeninas, como la película que estrena el festival, Amazona, de Clare Weiskopf. O La Chana, de Lucija Stojevic, sobre Antonia Santiago Amador, la célebre bailarina de flamenco. También hay varias películas rodadas por autores comprometidos, como El silencio de los fusiles, de Natalia Orozco, sobre el proceso de paz en Colombia, Tiribiak, un webdoc interactivo sobre el conflicto vasco, o Last Man in Aleppo, sobre la tarea de los cascos blancos que intentan ayudar a las víctimas de los bombardeos en Siria. Pero también habrá documentales sobre Somalia, sobre las fábricas textiles de India, sobre el caso Snowden... Cada vez más periodistas de investigación optan por el documental, como herramienta para difundir sus denuncias. Y hay muchos documentales que tienen relación con elementos medioambientales. Es sorprendente Andry Inuk, un documental realizado por una directora inuit (esquimal), Alethea Arnaquq-Baril, en que defiende la forma de vida ancestral de su pueblo. Y también habrá un documental sobre el proyecto ITER, destinado a intentar crear energía limpia, barata e ilimitada mediante la fusión nuclear.

Novedades

El DOCS contará con tres secciones oficiales: además de la dedicada a los mejores documentales internacionales y a la de los mejores documentales de la Península Ibérica y América Latina, se añade una tercera, What the Docs, dedicada a los documentales más rompedores, con Isaki Lacuesta, director de La próxima piel, como jurado único. Por otra parte, fuera de competición, se ha abierto una sección de cortos documentales de animación, un género que cada vez tiene más seguidores. Y los organizadores han querido convocar un encuentro entre poetas y gente del mundo del cine, con unos vinos pormedio, para intentar crear sinergias creativas. Y, como en años anteriores, se organizarán talleres y masterclass para los profesionales del sector.

Buscar soluciones

Joan González, director del festival, considera que se han conseguido los objetivos fundacionales del DOCS, que cuando se creó, pretendía promover la cultura del documental y encontrar vías para garantizar su financiación. La 20 edición de los DOCS se produce en un momento en que el mercado del audiovisual parece estar afianzado en Catalunya, con mucho prestigio y con un público fiel, hasta el punto que los organizadores del DOCS consideran Barcelona como "uno de los centros internacionales del documental". Ahora en Catalunya ya hay un centenar de festivales dedicados al audiovisual, pero entre ellos el DOCS se perfila como un festival estratégico.

Recursos difíciles

DOCS es, sobre todo, un encuentro que genera mercado y que quiere ofrecer viabilidad a las ideas de los creadores: un lugar donde se encuentran productores y directores y se perfilan nuevos proyectos. Se han convocado tres actividades diferentes, dentro del apartado Industria del festival, con el fin de buscar financiación a proyectos. Hay 50 proyectos de todo el mundo que intentarán venderse en estos encuentros. A pesar de todo, los directores afirman que el mercado del documental no funciona muy bien. Es sintomático de que muchas iniciativas acaben llevándose a las pantallas con presupuestos muy bajos conseguidos mediante crowfunding. El mismo Carles Bosch, nominado al Óscar por Balseros, está preparando el Petitet, un documental sobre el mundo de la rumba, mediante los ingresos de su indemnización por salir de TV3 y un crowfunding. Un mundo, a pesar de todo, todavía muy marcado por la precariedad.