La polémica muestra "Franco, Victoria, República. Impunidad y espacio urbano", prevista para el 14 de octubre en la plaza Comercial, justo ante el recinto del Born y que incluye la exhibición de dos iconos escultóricos del franquismo: la Victoria que Frederic Marès esculpió para el "Cinc d'Oros", y el Franco ecuestre de Josep Viladomat, que fue decapitado en 2013, tirará adelante y lo hará, de forma sorprendente, gracias a la abstención de la CUP.

En el orden del día de la comisión de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, celebrada este martes, se ha debatido una proposición del grupo municipal de Convergència i Unió por la que se instaba al gobierno municipal a reconsiderar "la oportunidad de exhibir esculturas en la vía pública relacionadas con la dictadura fascista que imperó en este país durante más de 40 años", en alusión directa al monumento a Franco ante el Born.

La moción ha contado con el apoyo de CiU y ERC y el voto contrario de BComú y PSC, coincidiendo con el hecho de que la exposición es uno de los puntos de fricción entre los comunes y los partidos independentistas, y también con la abstención de C's y PP. Con todo, la sorpresa ha sido que haya sido otra formación independentista, la CUP, la que haya decantado la balanza a favor de mantener la exhibición e invalidar la moción. El resultado de la votación ha sido un empate: 15 votos a favor de los grupos de CiU i ERC; 15 en contra del gobierno, de BComú y PSC; y 11 abstenciones correspondientes a los votos de Ciudadanos, PP y la CUP, y no ha prosperado. Cabe decir que la petición de CiU, de ser aprobada, no habría conseguido por si sola tumbar la exposición, pero sí habría sido otro toque de atención político al gobierno bipartito de BComú y PSC sobre la oportunidad de celebrarla.

Modificación de la línea del Born

CiU ha defendido la anulación de la muestra. El concejal Jaume Ciurana consideró que "la exhibición de esculturas relacionadas con la dictadura fascista es un error fruto de la arrogancia intelectual del gobierno Colau". El concejal ha iniciado su intervención afirmando que le es "difícil abstraerse de la condición de nieto de represaliados por la dictadura como le puede pasar a gran parte de la ciudadanía", ha calificado de "error" la exhibición de estas esculturas. También ha expresado su sorpresa por la "frialdad asimétrica" ​​con que el gobierno trata la cuestión, porque las heridas aún están abiertas, y ha recordado que estas esculturas han supuesto "un menosprecio constante a las víctimas".

A juicio del concejal una exposición sobre esta temática, muy sensible para mucha gente, "no debe ser a mayor gloria ni del arquitecto, ni del arte contemporáneo, ni del comisionado, debe ser para recuperar la memoria histórica". Ciurana ha acusado al gobierno que encabeza Ada Colau de crear un "caldo de cultivo", modificando la línea museográfica del Born como centro cultural, con declaraciones de miembros del gobierno afirmando que su memoria comienza en 1939, sacando del convenio el Memorial 1714 que durante años ha alimentado la llama del Fossar de les Moreres, o negándose a reponer la placa dañada en las 4 columnas de Puig i Cadafalch. "Con todo ello qué debemos pensar?", ha dicho Ciurana, que considera "un error tratar con lógica expositiva de arte contemporáneo una exposición sobre la memoria". Finalmente ha insistido al gobierno que "reconsidere su posición, aún están a tiempo y hay otras lógicas expositivas" y le reclamó también "que no den lecciones de lucha antifranquista".

Posible emplazamiento, al lado de Colón

En la exposición del posicionamiento de la CUP, la concejala Maria Rovira ha emplazado al gobierno municipal a cambiar de ubicación la muestra, proponiendo como posibles ubicaciones, la parte baja de la Rambla "para después hacer limpieza y sacar a la vez la estatua del dictador y la del colonizador", en referencia al monumento a Colón, o bien en el Museu Olímpic, "para barrer al mismo tiempo la estatua y el nombre de Samaranch".

Así las cosas, las dos estatuas polémicas se instalarán ante el Born Centre Cultural entre el próximo 14 de octubre y en enero de 2017, en un proyecto con un coste de 41.000 euros, que quiere que las esculturas de la Victoria y de Franco, rescatadas de los almacenes municipales, sean el hilo conductor de una exposición que quiere impulsar una reflexión colectiva contra la impunidad de la dictadura.