Fue uno de los delanteros de mayor éxito del F.C.Barcelona y del fútbol mundial. Sólo estuvo dos años en el Camp Nou (ni siquiera acabó la última temporadas), pero dejó momentos imborrables de la historia azulgrana. Hablamos de Romario Da Souza Faria, un jugador de "dibujos animados" que nos regaló la "cola de vaca" durante el 5-0 contra el Real Madrid de 1993. Era el equipo de Johan Cruyff, con Guardiola, Stoichkov, Koeman, Laudrup, una máquina futbolística casi imparable hasta que se encontró con el Milán en la final de la Copa de Europa de 1994. Aquello supuso el principio del fin del brasileño, autor de más de 1000 goles en competiciones oficiales durante su carrera profesional. Mucha culpa del declive del carioca residió en su vida privada, un hombre que quemaba la noche, la playa y las relaciones amorosas. No sabemos si 'O baixinho' todavía mantiene la forma futbolística, pero lo que no tenemos ningún tipo de duda es que, con 54 años, Romario sigue siendo un crack del desenfreno.
Romario baila @jogadorfazendoM
Una vez acabada su carrera futbolística, Romario se convirtió en senador. Tranformado en político, hay más zonas oscuras que de brillantez. Que le pregunten a Sandro Rosell, a ver qué impresión tiene de él. En todo caso, el brasileño sigue disfrutando de la vida como cuando se vestía de corto y saltaba al césped. De hecho, el último vídeo que corre por la red lo protagoniza Romario en pantalones cortos, bailando poseído en una piscina celebrando su cumpleaños. Lo da todo. Y la red le mira asombrada.
— Jogadores fazendo mierda (@jogadorfazendoM) 3 de febrero de 2020
Romario piscina @plantaolagosofc
Romario baila @jogadorfazendoM
Romario fue el rey del gol. Pero lo que realmente ha sido siempre es el rey de la pista de baile. El fútbol sólo era una excusa (que dominaba a la perfección) para poder disfrutar de una vida de estrella y de una fiesta que, todavía hoy, no ha acabado.