El saltador de pértiga Renaud Lavillenie protagonizó anoche uno de los momentos más amargos de estos Juegos de Río en la entrega de medallas. El francés recibió una sonora bronca por parte del público, mayoritariamente brasileño, al recibir la plata y no pudo evitar las lágrimas.
El francés tuvo que soportar por segundo día consecutivo la pitada del estadio olímpico y al final acabó llorando sobre el podio. Un momento de máxima felicidad para los deportistas que se convirtió en una celebración amarga.
Mi vida es también la de Lavillenie pic.twitter.com/v8iY7oNN20
— Luis Gerardo (@elbize) 17 de agosto de 2016
Para entender el motivo de las lágrimas, hay que remontarse a la final de la competición del lunes. Lavillenie era el rival directo del brasileño Braz da Silva. El público desconcentró con sus silbidos e insultos al deportista francés con el fin de ayudar al competidor local a ganar el oro. Y la medida tuvo efecto, ya que Braz da Silva se alzó con la victoria.
Este gesto de la grada tuvo respuesta de Lavillenie, que en caliente comparó con un polémico tuit su bronca con la que recibió Jesse Owens en la Alemania nazi en los Juegos de Berlín. El francés pidió rápidamente disculpas por sus palabras.
Yes, sorry for the bad comparaison I made. It was a hot reaction and I realize it was wrong. Sorry to everyone. https://t.co/rK5mmuMgqH
— Renaud LAVILLENIE ® (@airlavillenie) 16 de agosto de 2016
No obstante, Levillenie volvió a publicar un post en Instagram donde daba las gracias a Braz da Silva, que mientras abroncaban al francés durante la entrega de la medalla pidió calma al público.
No es la primera vez que durante estos Juegos Olímpicos deportistas extranjeros reciben los silbidos de los seguidores. Una dinámica que no suele ser habitual en este tipo de eventos, y que algunos competidores como Lavillenie no han sabido gestionar.