Para Woody Allen, Barcelona es una de sus ciudades favoritas. Empezó su amor por la ciudad condal cuando grabó ‘Vicky Cristina Barcelona’ con los españoles Javier Bardem y Penélope Cruz. Se enamoró de su arquitectura y de su vida cultural. Tenía claro que Barcelona debía ser el escenario de la película. Ya en la promoción del film se deshizo en elogios hacia la capital catalana. “Hay pocas buenas ciudades en el mundo, como Roma, París o Londres, y Barcelona es una de esas buenas ciudades”, aseguraba. Y añadía con ironía: “Su carisma ha rejuvenecido mi cine. Yo sigo teniendo los mismos achaques”.
La película puso a Barcelona en el mapa a nivel internacional, le abrió aún más las puertas, y Woody la visitó una y otra vez. Uno de sus edificios favoritos es la Casa Tosquella, en el barrio del Putxet, una joya de 1917 diseñada por Eric Sagnier. Con sus suelos hidráulicos, escaleras de roble macizo y barandillas de forja, la casa encarnaba esa riqueza arquitectónica que tanto le fascina.
Woody Allen hizo una película para Barcelona
Woody Allen tendría un refugio secreto para sus visitas en Barcelona, donde no le importaría quedarse para siempre. Se trata de una parcela de 1.600 metros cuadrados en el barrio de Gracia, uno de los barrios con mayor identidad de la ciudad. Repleta de vida y con una población catalana y prácticamente joven, con una atmósfera bohemia. Hay una gran oferta cultural. Desde todo tipo de talleres, como diferentes estilos de bares y restaurantes, compras de todo tipo, incluso talleres. En sus plazas se hace la vida.
No se ha revelado ningún detalle del interior de la vivienda, pero parece que ha querido conservar algunos elementos clásicos con un toque modernista. Ventanales amplios, patios interiores, techos altos y terrazas con vistas al barrio.
Ha regresado a Barcelona en numerosas ocasiones, incluso para ver algún concierto de jazz. “Si estuviera sentado en casa y tuviera una idea que fuera buena para Barcelona, estaría muy contento, porque es una ciudad genial, con mucha energía, con mucha cultura y mucha arquitectura y pintura”.
Barcelona inspiró al cineasta para crear una de las películas más recordadas del cine español. Ahora con su nueva casa, ese romance es para toda la vida.
