William James fue un filósofo y psicólogo que, junto a Charles Sanders Peirce, fundó la escuela filosófica del pragmatismo, es decir, el significado de una idea se encuentra en los efectos prácticos, la función del pensamiento es guiar la acción y la verdad debe ser probada siempre con consecuencias prácticas de la creencia.
Solo si una cosa te importa de verdad, si un resultado de una acción no te parece correcto o no era lo que esperabas, harás todo lo posible por solucionarlo. Es una preocupación significativa si tiene consecuencias reales para uno mismo, o si conecta con tus valores o metas. Este tipo de preocupación genera energía psicológica porque no solo es pensar, es sentir que algo está en juego.
Solo si una cosa es importante de verdad para uno mismo hará lo necesario para cambiarlo
Si algo te preocupa de verdad pones todos tus esfuerzos para ponerle solución, te mantiene activo, atento, te incomoda que la situación se prolongue en el tiempo, te empuja a hacer algo para cambiar las cosas. Si realmente no nos movemos es que ese resultado no nos importa en absoluto, no hay acción.
Por ejemplo, en unos días tienes un examen. Te juegas como mínimo la asignatura, el curso o algo que te preocupa de verdad para conseguir un futuro mejor. Si te importa de verdad estudiarás desde el primer día que te indican la fecha. Buscarás ayuda si no sabes algo del temario, te organizarás para estudiar y cambiarás tus hábitos para descansar y poner toda tu energía en esa preparatoria. Solo así conseguirás buenos resultados. La preocupación actúa como motor.
Según William James, el ser humano actúa en muchas ocasiones sin pensar. Actuamos y eso modifica como pensamos. Una preocupación de utilidad te lleva a que se produzcan cambios, mientras una preocupación estéril hace que solo le des vueltas a las cosas.
Si algo nos preocupa, nuestro cuerpo y nuestra mente se pondrán en marcha y se sincronizarán para resolver el problema.
