Que los cinco condenados por agresión sexual de La Manada ignoran la ley es vox pópuli. Después de ser absueltos de violación en primera instancia y salir en libertad, uno fue a hacerse el pasaporte teniendo prohibido salir de España y otro robó unas gafas de sol de un centro comercial y cuando fue pillado se dio a la fuga atropellando a un vigilante de seguridad y provocándole lesiones. Es decir: robo con violencia y una condena que irá de los 2 a los 5 años de prisión. Se ha de ser tonto para hacer eso estando en libertad condicional y con todo el país en contra. Ahora el Diario de Sevilla ha accedido a las imágenes de la cámara de seguridad de la óptica donde se intuye cómo Ángel Boza roba las gafas de sol, sacándoles la alarma de seguridad y escondiéndolas dentro de su ropa interior.
Eran las 19:26 del 1 de agosto y en el establecimiento hay dos dependientas: una atiende a unos clientes y la otra trabaja en el ordenador. Ninguna de ellas ve el hurto porque hay otro ojo que todo lo ve, el de la cámara y desde el centro de vigilancia de El Corte Inglés de Sevilla dan la alarma a los guardas de seguridad que lo persiguen y él, en lugar de reconocer los hechos, se fuga a toda velocidad. Las gafas de la marca Okley tenían un precio de 148 euros. Por esa cantidad el de La Manada se juega 5 años de prisión.
EFE
Hay que recordar que Ángel Boza es el más pequeño del grupo, 26 años, y que ya fue noticia dentro de la prisión navarra cuando agredió a un acusado de violación musulmán. Siendo Ángel Boza quien es, es de suponer que lo agredió por musulmán y no por violador. El tal Boza ya tiene antecedentes por otro robo con fuerza y para conducir drogado y borracho y negarse a hacer la prueba de alcoholemia y drogas.
Antena 3
Para conocer mejor al individuo hay que recordar que en las conversaciones intervenidas a los condenados era él quien hablaba de drogar chicas con burundanga para forzarlas sexualmente mientras estuvieran inconscientes.