Este mismo lunes se estrena la décima edición de Masterchef Celebrity. Una edición llena de famosos que demostrarán quién de ellos tiene más maña entre fogones, en una faceta en la cual no nos tienen acostumbrados por sus trabajos públicos. Tenemos ganas ya de ver a Torito, José Manuel Parada, Soraya Arnelas, Rosa Benito o la Mala Rodríguez. Un programa que va como una moto, que cada edición que hacen tiene la aceptación por parte de la audiencia, sean celebrities como ahora, sean los más menudos de la casa en la edición junior o sean concursantes anónimos luchando por conseguir sus sueños de cambiar de vida y dedicarse a la cocina.

Entre estos hay, por ejemplo, una concursante, Verónica Gómez de Liaño, que llegó hasta el final, hasta el duelo que determinaba quién ganaba su edición, la que hacía 10. Finalmente se quedó con el segundo lugar, pero esta periodista de formación, publicista, profesora de yoga, modelo y emprendedora, después de quedar subcampeona y de formarse en el Basque Culinary Center, tiene claro cuál quiere que sea su futuro. Un futuro donde estará su flamante marido. Y es que Verónica se acaba de casar. Justo este último fin de semana del mes de agosto, la mejor manera para despedir las vacaciones y dar la bienvenida al mes de septiembre, ya con un anillo en el dedo, ya convertidos, él y su pareja, en marido y mujer. Hace un par de años escribía en redes que "Dentro de muy poquito hará diez años de nuestra primera partida de chinchón. Madre mía y diez años de victorias ininterrumpidas… A lo que no voy a competir nunca contigo es a cocinar".

Ahora han aparcado las partidas de cartas y han vivido el día más bonito de sus vidas. Una celebración de su amor íntima, en la playa, y a la espera de celebrarlo a lo grande con los amigos. Pero como ella dice, fue "perfecto, sencillo, tranquilo, normal, precioso".


Y tiene motivos para pensar eso, porque las imágenes nos regalan a una pareja enamoradísima, cómplice, hechos el uno para el otro, con el mar de fondo y una mirada que conmueve. Una boda sencilla, pero preciosa, con los novios de blanco, ella con un ramo precioso y unas palabras bonitas: "El 30 de agosto nos casamos. En Ribadesella. Salió el sol. Comimos ostras y mucho mar, brindamos. Lloramos muchísimo y reímos más. Con nuestra familia. Nos bañamos mientras se ponía el sol. Y gritamos de felicidad. También fue el cumple de Alex. El agua estaba caliente. Bebimos vino y cantamos. Tengo mucha suerte. El mejor final de verano de mi vida".






No sabemos si la novia, una chef excelente, como demostró en Masterchef, cocinó ella misma estos ejemplares espectaculares. Sea como sea, comieron pescado, ostras y se comieron a besos. Felicidades a la pareja.