Jordi Eroles es periodista, ahora en la sección de política de TV3, y tiene tirón a compartir con la gente sus inquietudes. Es de agradecer en un mundo, el de TV3, donde los presentadores intentan no mojarse demasiado por miedo de ser malinterpretados. En el caso del reportero del Telediario es al revés, se le entiende todo.

Eroles es un buen periodista, de los que explican cosas que interesan a la gente, como la educación de los hijos. Es próximo, sencillo y sincero. Y ahora que ha tenido un pequeño disgusto en casa, uno de sus hijos ha suspendido una asignatura, abre un interesante hilo de twitter:

Jordi Eroles TV3

Jordi Eroles, TV3

Hace poco mostró a sus tres hijos en twitter, Júlia, Pau y Berta. Ahora da sus edades: 19, 17 y 15 y explica cómo los tres adolescentes, todos en la franja "teen" y edad escolar "Están encaminados hacia la vida adulta". El problema es que cuando están bien acostumbrados a sacar buenas notas y de repente uno llega a casa con un suspenso:

"Un SUSPENSO, que quiere decir que no se han alcanzado los conocimientos mínimos para aprobar una materia, no tiene por qué ser un trauma, tiene que ser un estímulo para que nuestros hijos se esfuercen. Sus pequeños "fracasos" forman parte importante de su aprendizaje. Tienen que saber gestionar estos momentos para saberles afrontar y, sobre todo, para aprender también de la cultura del esfuerzo". Aplausos.

familia abancalas

Familia Eroles, (hijos y sobrinas) twitter

Lo más importante del hilo viene ahora, cuando el periodista invita a la reflexión: "Me da la sensación que familias y escuela estamos educando toda una generación en una burbuja. Y el problema será qué pasará a todos estos niños cuando, de mayores, vean que la burbuja estalla y que la vida, a veces, es muy dura".

Hay que saber decir NO a los hijos y si no sacan buenas notas tendrán un NO en algún deseo que querían cumplir, una excursión, una salida, un regalo. el que sea. Esfuerzo-recompensa. Es la vida. Un aprendizaje para futuros padres que toman nota de cómo se tiene que hacer.

Alguien que tiene tres hijos adolescentes es una eminencia, a pesar de la humildad del hilo de tuits del gran Jordi Eroles.