Nunca nos cansaremos de recomendar fervientemente una cuenta de Twitter absolutamente IMPRESCINDIBLE. Para los amantes de la nostalgia, especialmente, la televisiva, es un must seguir esta cuenta porque regala cada día imágenes impagables de la historia de TV3. Imaginen la de imágenes impactantes, sorprendentes y despampanantes que ha dado Televisión de Catalunya en sus 40 años de historia. Imaginen la de situaciones absurdas, peculiares, emotivas, conmovedoras o hilarantes que se han producido en las cuatro paredes de Sant Joan Despí, en sus platós o en sus conexiones. Pues bien, todas ellas están al alcance de la cuenta oficial del Archivo de TV3, que cada día cuelga vídeos de diferentes momentos sensacionales. Como el que acaban de colgar donde veíamos a un jovencísimo Salvador Alsius, cuando daba las noticias, con barba y bigote. Y no. No se trata de su famoso santoral.

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Salvador Alsius / TV3

Decía entonces el bueno de Salvador, en diciembre de 1984: "Ante las estadísticas que hablan de que una media de 18 diputados pasan cada día por la enfermería del Congreso, víctimas de pequeñas afecciones, la cámara baja española ha decidido dar un paso para mejorar la salud de sus señorías. Ahora, además de someterse, una vez cada año, a una rigurosísima revisión médica, podrán también sudar haciendo salud en el gimnasio y la sauna que acaban de ser inaugurados". Y sí. Mostraban acto seguido unas imágenes vintage bien curiosas, con, atención, incluso un punching ball de boxeo, para ir dando golpes cuando tuvieran tentación los diputados de pegar una bofetada a los de la bancada de delante. También había un juego de pesas, una bicicleta estática de aquellas que ahora debe tener moho cogiendo polvo y cuatro máquinas mal contadas en una habitación oscura. Incluso, una sauna.

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Un punching ball en el Congreso / TV3
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Una sauna en el Congreso / TV3
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Una bicicleta estática en el gimnasio del Congreso / TV3

"A partir de ahora, los parlamentarios podrán luchar contra el estrés a pocos metros del hemiciclo", pregonaba el reportero. "Los diputados son personas que en general disponen de poco tiempo libre. El hecho de tener un gimnasio bastante a mano, en el edificio, les reportará un beneficio muy grande", decía el doctor García Marín, entonces jefe de los servicios médicos del Congreso. Y contaban con los testimonios de diputados de aquella época. Por ejemplo, Josep López de Lerma, de 'Minoría Catalana', decía que "no creo que tengamos mucho tiempo. Me parece más bien una cosa de humor". O Marcos Vizcaya, de 'Minoría Vasca': "Yo hubiese preferido un squash, que es lo que solicité, porque es mucho más entretenido que la sauna, que es mucho más, diríamos... abstencionista". O una jovencísima Anna Balletbó, "yo, si tengo un rato, iré. De todos modos, también iría a hacer footing si nos organizaran unas pequeñas carreras, y a lo mejor sería más barato". Lo mejor, el final. Escuchen:

¡Quién sabe si todavía funciona!, se pregunta el archivo de TV3 y Catalunya Ràdio. Quién sabe... Lo que sí funciona es la oficina de correos, la comisaría de policía, el jardín de infancia o la consulta médica que hay en el Congreso, una pequeña ciudad dentro de Madrid. Claro está que nada comparable con el Senado, donde incluso hay una piscina. Como bien dijo un senador de Unió Democràtica hace unos años, del que no hace falta decir su nombre, "los que somos creyentes, cuando vamos al Senado tenemos una crisis de fe, porque dudamos de que haya una vida mejor"... No hace falta que lo juren.