Ahora que TV3 se acerca a los 40 años ya toca que los que la pusieron en marcha expliquen cómo se hizo la cadena líder, pública y más señalada de Cataluña. Uno de los directores de Telenotícies de los inicios, Salvador Alsius, publica un libro, Com TV3 no hi ha(via) res que destapa algunas miserias de TV3. Lídia Heredia le ha entrevistado, bueno señal que TV3 no se esconde. Los inicios de la cadena eran una obra de Jordi Pujol con un sesgo que ahora Alsius destapa.

alsius TV3

Salvador Alsius vuelve a TV3

El primero es el trato exquisito que se hacía de la Corona, hasta el punto de enviar a periodistas de TV3 a cubrir los viajes africanos de Juan Carlos. Insólito en la actual TV3. El responsable del TN, Alsius revela que eran órdenes de arriba: "Se lo mimó mucho al rey, para poner la venda antes que la herida. Yo dirigía el TN y hasta donde yo sabía había una política de trato exquisito para neutralizar la hostilidad del Gobierno del PSOE". La injerencia política en la redacción llegaba al punto que el director de TV3 bajaba a la redacción a escribir las noticias que el presentador leía en antena.

alsius quinta TV3

Alsius recuerda a su director, Alfons Quintà, TV3

Alsius: "El día de la manifestación a favor de Pujol por la querella de Banca Catalana, el ínclito Alfons Quintà, director de TV3, baja a la redacción, se pone en la máquina de escribir y él mismo redacta las crónicas, convocando a la manifestación más que un registro informativo. Pensé Dónde me he metido. Ves como no tenía que venir". Quintà aparece en el libro como El monstruo. Un buen complemento a El hijo del chófer. No toda la historia de TV3 es ejemplar pero explicarlo exorciza que se repita.

slavador alsius snatoral TV3

Alsius haciendo el santoral cada día, TV3

Alsius, un mito, fue criticado por "periodista costumbrista", como si eso fuera peyorativo, por hacer el Santoral cada día, o por hacer Entretenimiento con concursos. Un libro imprescindible para entender TV3. Sin la ira y la hostilidad de los enemigos de la casa, que son muchos. Pero sin esconder las miserias. Què dius, Alsius.