Cuando se trata de rejuvenecer su piel y marcar tendencia en el universo de la belleza, Kim Kardashian no conoce límites. La empresaria ha decidido convertir sus vacaciones en una auténtica ruta estética, dejando claro que el verdadero lujo no está en el destino, sino en lo que se hace en él. Mientras el común de los mortales organiza escapadas con amigas entre playas y copas en chiringuitos, la multimillonaria lo eleva a otro nivel: Corea del Sur, jet privado y acceso exclusivo a los centros médicos más vanguardistas del planeta.
Lejos de descansar, la reina del clan Kardashian dedicó su verano a probar procedimientos de última generación, muchos de ellos apenas conocidos en Occidente. Lo documentó todo en sus redes sociales, generando miles de comentarios y especulaciones. Y es que cada imagen revelaba un nuevo misterio: jeringas, mascarillas de barro, parches en las cejas y tecnologías que parecen sacadas de una película futurista.
Tratamientos de belleza coreanos que conquistan a las celebridades
La empresaria no viajó sola. Junto a su inseparable hermana Khloé y un grupo selecto de amigas —incluyendo a Vanessa Lee, experta en estética y fundadora de la conocida marca de cosméticos ‘The Things We Do’—, Kim convirtió la Hoan Clinic de Seúl en su segundo hogar. Allí probaron desde limpiezas clásicas con arcilla, uno de los grandes símbolos de la cosmética coreana, hasta protocolos mucho más invasivos.
Entre las imágenes compartidas por Kim destaca una escena digna de portada: la extracción de sangre de su propio brazo, una práctica asociada al famoso tratamiento PRP (plasma rico en plaquetas). En este procedimiento, la sangre se centrifuga para separar células madre y factores de crecimiento, que luego son reinyectados en el rostro para estimular la regeneración cutánea. El resultado, según expertos, es una piel más tersa, hidratada y visiblemente rejuvenecida.
PRP, láseres y “esperma de salmón”: la receta de la juventud de Kim Kardashian
Pero la diva no se conformó con lo tradicional. Otro de los tratamientos que causó revuelo fue el PDRN, conocido popularmente como “esperma de salmón”, un producto derivado del ADN de este pez que promete milagros estéticos: desde reparar la barrera cutánea hasta mejorar la elasticidad y la luminosidad. No es casualidad que tanto Kim como su hermana Kylie lo utilicen de manera recurrente.
La polémica foto de Kim con las cejas cubiertas por cintas adhesivas desató rumores sobre el uso de láseres. Sus amigas confirmaron después que sí. La ex de Kanye West se sometió a terapias para combatir la hiperpigmentación y mejorar la textura de la piel. Y como si todo esto no fuera suficiente, añadieron sesiones de oxigenación facial, otro de los secretos coreanos para conseguir un cutis radiante.
Lo sorprendente es que, a pesar del aura de exclusividad, los precios en Corea resultan más asequibles de lo que se cree. Un tratamiento de PRP ronda los 400 euros, mientras que el PDRN puede conseguirse desde 300 euros. Una tarifa mucho más baja que en clínicas de Estados Unidos o Europa. Claro está, a esto habría que sumar el costo astronómico del jet privado y los hoteles de cinco estrellas.
El viaje de Kim Kardashian a Corea del Sur confirma, una vez más, su obsesión por la innovación estética. Mientras el mundo entero debate sobre si sus métodos son excesivos o inspiradores, ella continúa luciendo una piel envidiable y marcando la agenda global de la belleza. No cabe duda: cuando se trata de tratamientos coreanos, Kim no solo los prueba, los convierte en tendencia mundial.