Torito Kike Jiménez hace muchos años que vive en la memoria y los tímpanos de los espectadores. Es un personaje televisivo chillón, alegre, histriónico, pasado de vueltas y que siempre sube el tono del programa donde sale. Un colaborador estelar. Él se queja de que nunca le hayan dado un papel de presentador en una TV grande, pero es que ha nacido para ser colaborador, tiene lo que hace falta, lo que el presentador nunca puede hacer. En pequeñas dosis, es imprescindible. Surgió de un casting para encontrar reporteros para el último late night con éxito, Vitamina N de la desaparecida City TV. Nacido en Ciutadella hace 46 años, estaba en Barcelona estudiando Bellas Artes y las rastas le dieron el empuje definitivo. Jordi González se lo llevó a hacer el programa TNT de Telecinco y de allí a varios mnagazines, especialmente recordado Qué tiempo tan feliz con la difunta Campos y como curiosidad hace seis años el Fora de carta, único trabajo en TV3, de la cual lo echaron por una pésima crítica en un diario que reparte carnés de periodista.
Ahora aparece en Zapeando de La Sexta y antes había hecho en TelecincoViva la vida, donde confesó su enfermedad crónica, a la que no quiso citar por su nombre porque está estigmatizada pero se le entendía todo:"Soy gay, no me han hecho bullying, no me ha faltado nada en la vida. Me he chingao todo lo que ha respirao: tíos y tías, no me enamoraba. Un día estuve más de dos semanas ingresado y me convertí en un enfermo crónico de una de las enfermedades más letales del mundo. Llevo 18 años con esto. Estoy bien de salud porque tengo un montón de reconocimientos. Tomo pastillas. Estoy controlado y lo tengo súper asumido". Un día lo tuvo que explicar a sus padres, que sufrieron. "Después de esta entrevista de los cojones voy a Menorca tras 7 meses de no ver a mis padres, a los que pido perdón". Hoy les ha hecho un regalo de hijo orgulloso, un viaje a Pompeya, el sueño de su madre. Estos son los padres del gran Torito:
Son muy jóvenes para celebrar las bodas de oro, 50 años casados. Guapos y especialmente la madre, idéntica a Torito. "El sueño de mi madre siempre fue visitar Pompeya, y aprovechando que mis padres han cumplido 50 años de casados, les he dado la sorpresa de llevarlos a la ciudad que quedó sepultada por el volcán Vesubio. Os quiero Papá y Mamá. Es imposible poder llegar a cuidaros tanto como me habéis cuidado toda mi vida. Todo lo que soy es gracias a la fantástica educación y valores que me habéis inculcado". Unos valores de hierro. Valiente, alegre, generoso, con un hijo, el pequeño Nathan que cumplirá 7 años, por maternidad subrogada con su marido.
Los abuelos del pequeño Nathan ya son famosos. Una familia maravillosa. Felicidades.