Por muchos hombres del tiempo que vemos, nunca encontraremos ninguno con el mismo carisma que Tomàs Molina. El presentador de TV3 es una de las caras más conocidas de la cadena porque hace años que tiene informados a los catalanes con sus predicciones meteorológicas. Con el permiso de Francesc Mauri, el protagonista es la cara del tiempo de Catalunya, pero desde que anunció su paso a la política que dio un paso al lado en los Telenotícies de la casa. Ahora, un año después de la decisión que sorprendió a todos los espectadores, vuelve aparecer en pantalla y lo vemos a menudo al lado de Helena García Melero en el programa Tot es mou. Tomàs Molina acostumbra a dejar de piedra en sus apariciones y nos ha demostrado que lo da todo, como el otro día que lo vimos de cabeza al suelo.

Tomàs Molina / Instagram
Tomàs Molina / Instagram

El presentador tiene a los seguidores encantados y es bastante activo en su perfil de Instagram. Aquí mismo hemos visto cómo el protagonista se ha ido de viaje, ha concedido entrevistas o se ha doctorado y es que ha demostrado que se apunta a todo. Y es que, aparte de meteorólogo, para triunfar en TV3 tienes que ser una eminencia delante de las cámaras y Tomàs Molina lo es. El protagonista parece tenerlo todo, una carrera excelente, un talento por la meteorología y un amor que hace tiempo que dura. Aquí mismo vimos hace unos días, como era Maria Antònia, la mujer. Aunque pocas veces hemos oído al meteorólogo hablar de ella, esta semana, el presentador ha visitado un programa de SomEva, Afers interiors con Beti Badia, donde se habla sobre consultas afectivo-sexuales y el protagonista ha dejado de piedra con alguna confesión sin pelos en la lengua.

Tomàs Molina durante la entrevista / YouTube
Tomàs Molina durante la entrevista / YouTube

Después de revelar algunos rasgos como que no tiene exnovias, que no le pasaría nunca por la cabeza poner los cuernos o alguna anécdota, el presentador explicó una aventura curiosa con la mujer en un hotel de los Estados Unidos, atentos a sus palabras: "Yo me acuerdo cuando éramos jóvenes que fuimos a Nueva York, con mi mujer, y, de golpe, en el hotel tenían como películas porno". El presentador recuerda perfectamente el momento porque hace ver que coge el mando de la televisión y hace cara de sorprendido: "Oh, qué fuerte, qué fuerte... ¿La verdad es que no éramos bastante consumidores, pero como estaba allí en el canal pues dejamos el canal, sabes? Y, no sé, nos divertimos". El presentador, más sincero que nunca, saca su lado más personal, las anécdotas y sus historias en la cama.

No, no nos habíamos imaginado nunca cómo era el hombre del tiempo de Catalunya en la cama, pero la naturalidad con que lo explica es fantástica. Tomàs Molina ha demostrado muchas cosas delante de las cámaras, que es auténtico, simpático y que no tiene pelos en la lengua. Enhorabuena a Tomàs por la sinceridad, por mucho sol, muchas lluvias y mucha nieve.