Lo que comenzó como un idilio de juventud ha terminado en un auténtico dolor de cabeza para Terelu Campos, quien no disimula el rechazo que siente por la familia de Carlo Costanzia, pareja de su hija Alejandra Rubio. La noticia de la condena de los hermanos del actor por intento de asesinato ha hecho estallar una tormenta que ya se venía gestando en silencio. Pietro y Rocco Costanzia han sido condenados a 12 y 8 años de prisión, respectivamente, por atacar brutalmente a Oreste Borelli en Turín, en marzo de 2024. La sentencia fue dictada el pasado martes 3 de junio por el tribunal de la ciudad italiana, salpicando de lleno al apellido Costanzia, y dejando a Terelu en una posición social y emocionalmente insostenible.

Alejandra Rubio, atrapada entre el amor y la deshonra pública

Desde hace años, se rumorea que Terelu Campos soñaba con un yerno aristócrata, alguien que no solo sumara estatus al apellido Campos, sino que abriera las puertas de los círculos más influyentes del país a su hija. Por eso, desde pequeña, la inscribió en el prestigioso colegio Santa María de los Rosales, donde estudiaron la princesa Leonor y la infanta Sofía, con la intención de establecer vínculos con la realeza y la élite empresarial española.

Pero el destino fue cruelmente irónico. En lugar de un título nobiliario, su hija terminó enamorada de un hombre cuyo entorno familiar es investigado por delitos gravísimos. Aunque Carlo mantiene una relación cercana con sus hermanos encarcelados, esta lealtad ha incomodado aún más a Terelu, que no ha ocultado su repudio por el historial del clan Costanzia. El rechazo de Terelu no se limita a los hermanos condenados. La figura de Mar Flores, madre de Carlo, también despierto recelo profundo en la colaboradora. Fuentes cercanas afirman que Terelu la ve como una presencia incómoda e incluso perjudicial para la estabilidad emocional del clan Campos, ya que ambas sienten una profunda antipatía mutua, algo que ha quedado más que evidenciado en varias ocasiones.

Un escándalo que mancha el apellido Campos y amenaza su imagen pública

La tensión se hizo más evidente cuando Alejandra, visiblemente afectada, apareció en televisión para defender a su pareja y su familia política. “Ayer se acusó a mi suegro de ser una persona violenta y agresiva. Eso no ha ocurrido en ningún momento (...) Fue difícil para todos. Imagina cómo estaba mi suegro. No se tiene empatía con las personas, somos personas además de gente pública, tenemos sentimientos”, expresó en el plató de Vamos a ver. Pero sus palabras no lograron aliviar la incomodidad creciente que rodea a las Campos.

Para una familia como las Campos, tan acostumbrada a los focos y al espectáculo, los escándalos forman parte del día a día. Pero los delitos de sangre y las condenas judiciales son un terreno nuevo y alarmante. Terelu se siente atrapada entre su rol de madre comprensiva y el peso social que implica estar emparentada —aunque sea indirectamente— con un caso penal de alta gravedad. Algunos periodistas del corazón ya especulan con que Terelu estaría presionando a Alejandra para distanciarse públicamente de Carlo, al menos mientras la situación judicial de su familia siga en la palestra. Otros apuntan a que las diferencias irreconciliables entre suegra y yerno podrían reventar en cualquier momento en una portada explosiva.