Marc-André ter Stegen no es sólo el mejor portero del mundo, a juicio de En Blau. También es una rara avis, un futbolista que en el tiempo que lleva en el Barça hace cosas, o enseña cosas, que no le hemos visto hacer a ningún otro compañero. Dejó boquiabiertos a los barceloneses cuándo lo vieron cogiendo el metro, muy concentrado y ajeno a la poco habitual imagen que regaló...
El portero alemán también ganó numerosos adeptos hablando en catalán y paseando por el Eixample de Barcelona. Y definitivamente se ganó el corazón de muchos culés cuando le preparó a su mujer Dani un café y le dibujó un romántico corazón como si fuera el camarero más virtuoso y romántico de la ciudad.
@mterstegen1
Pero el portero del Barça se ha sacado otro conejo de la chistera y ha vuelto a enseñar otra de sus pasiones: cuando no está entrenando con los compañero le gusta hacer de jardinero en su casa. Abono, recogedor, escoba, muchas plantas y un pequeño y precioso rincón en su terraza. Sólo le falta, como él mismo dice, el sombrero de jardinero. La imagen, sin embargo, ha sido muy elogiada por sus seguidores:
Seguro que no es el último golpe escondido de Ter Stegen.