Tamara Falcó siempre ha dejado claro su deseo de convertirse en madre, le gustaría tener un bebé suyo y vivir el proceso. Descarta totalmente la adopción y otros métodos para concebir. Ella solo se decanta por el método tradicional y ayudas naturales, pero parece que nada de eso funciona. La marquesa de Griñón se casó el 8 de julio de 2023 con Íñigo Onieva, una boda que debería haberse materializado un año antes, pero ambos rompieron su relación por una infidelidad del empresario. Los dos estaban muy enamorados y se dieron una segunda oportunidad. Ambos tienen muchas ilusión por convertirse en padres pero parece que no llega ese deseo. Tamara Falcó cree que si no se queda embarazada es porque Dios no quiere, ella siempre ha sido muy católica y prácticamente.
La hija de Isabel Preysler ya lo ha calificado como “el plan de Dios”. El pasado verano interrumpió la búsqueda del bebé, aunque ahora ya se ha puesto de nuevo manos a la obra, pero cada vez es más difícil porque el tiempo pasa y los años también. La mujer de Íñigo Onieva cumplió el pasado mes de noviembre 44 años.
Tamara Falcó cree que Dios no quiere que sea madre
Se tomó un descanso porque se sentía muy saturada. Su último proceso de embarazo tampoco ha funcionado y de momento ha decidido aparcarlo. Según ella, su marido “lo lleva mucho mejor”, pero para la hija de Isabel Preysler “era como una espada de Damocles”, según explicaba al citado medio.
Llevan casi tres años intentándolo y de momento no ha habido suerte, pero no se rinde. Aún está a tiempo de conseguirlo, y si no llega es porque Dios no ha querido, así que para ella no es ningún problema. “Con la calma. Creo mucho en el plan de Dios. Lo que sea. Lo acepto con mucha paz. Si tiene que ser, será. Y si no, pues es que no será para mí”, ha resumido.
Sin embargo, el resto de su familia no deja de ampliar la familia. Sin ir más lejos, recientemente han sido Fernando Verdasco y Ana Boyer quiénes han comunicado que están de nuevo embarazados. Algo que a Tamara Falcó le ha sorprendido ya que hace muy poco que nació su tercer hijo. Por ahora son todo niños, Miguel, Mateo y Martín, y a la hermana de Tamara le haría mucha ilusión una niña, por ello continúan intentándolo. La mujer de Íñigo Onieva se sorprende con la facilidad con la que tienen niños los demás.