La ciudad de Barcelona está de resaca. El Barça consiguió ayer coronarse como campeón de liga con un derbi apasionante contra el Espanyol. Intensidad, polémica y golazos, el partido tuvo de todo, pero fueron los blaugranas los que se llevaron la victoria. La temporada del conjunto de Hansi Flick es histórica, porque nadie hubiera dicho que ganarían ningún título antes de empezarla. Los culés, después de verse en la cima, estuvieron eufóricos y de madrugada hemos vivido momentos que pasarán a la historia de las celebraciones del club. Desde Marc Casadó celebrando el título en Canaletes, hasta jugadores en bicicleta por el medio de Barcelona yendo al hospital a ver a Ferran Torres, una familia.
Todas las celebraciones son pocas y hoy culminarán la fiesta con un desfile que promete dejar joyas para la memoria colectiva de todos los culés. Realmente, que la plantilla esté llena de niños que viven los colores desde la Masia te lleva a eso, a la euforia espectacular después de proclamarse campeones de liga. ¿Lo mejor de todo? Que parece que todo acabe de empezar, porque el jugador con más magia del equipo todavía es menor de edad. Pongámonos de pie para hablar de Lamine Yamal. Los analistas lo dicen, ya es el mejor jugador del mundo y ayer puso la guinda en el pastel con un golazo antológico. Realmente, Lamine es un artista dentro y fuera de los terrenos de juego y cada vez que puede presume de su madre y su hermano pequeño. Ayer, en su noche de MVP, fueron ellos quien presumieron del hijo y el hermano.
Ni más, ni menos, Sheila Ebana, madre de Lamine Yamal, publicó una historia completamente pletórica celebrando con el pequeño Keyne el gol del crack. Atentos al sonido del vídeo porque es espectacular. Mientras la mujer enfoca la pantalla de la televisión, grita: "Goooooool..." y, de fondo, una voz la sigue. Es Keyne, el hermano pequeño que ya todo el mundo conoce: "Gooooool... Goooool... Gol del tete". La madre, emocionada, lo escucha y repite: "Gol del tete". Una vez se acabó el partido, la familia puso una bandera delante de la televisión y siguió gritando y celebrando. Simplemente, fantástico.
Mientras Lamine Yamal se había quedado atrapado entre las celebraciones de los culés en un coche con Pau Cubarsí, Ronald Araújo y Gavi, la familia del futbolista celebraba completamente eufórica el éxito de la estrella del equipo blaugrana. Todo el mundo lo sabe, estamos ante uno de los futbolistas más prometedores de la historia del fútbol y lo mejor de todo es que es culé y muy familiar. Nunca se cansará de compartir publicaciones con su familia y nosotros no nos cansaremos de verlo. Qué joya hay en el equipo culé. Aficionados blaugranas, preparad los brazos con fuerza, porque todo indica que no os cansaréis de levantar títulos.