Desde que MasterChef irrumpió en la televisión hace ya más de una década, la cocina dejó de ser un territorio reservado a unos pocos para convertirse en un fenómeno de masas. Los chefs pasaron a ocupar portadas, las estrellas Michelin se colaron en las conversaciones cotidianas y el comensal medio empezó a hablar de técnicas, texturas y emplatados con una soltura impensable años atrás. Ferran Adrià abrió el camino y, tras él, llegaron nombres como David Muñoz, Jordi Cruz o los Roca. Otros, sin embargo, tomaron un rumbo muy distinto. Uno de los casos más llamativos es el de Sergi Arola.

Sergi Arola se casa por sorpresa REDES
Sergi Arola se casa por sorpresa REDES

Arola fue uno de los grandes exponentes de la cocina de vanguardia en España. Brilló en los fogones, sumó dos estrellas Michelin y formó a toda una generación de cocineros cuando todavía no existía la fiebre mediática actual. Pero el éxito creativo no siempre va de la mano del equilibrio financiero. Su restaurante en el madrileño barrio de Chamberí se convirtió en un pozo sin fondo. A pesar del prestigio, las cuentas no cuadraban y las deudas comenzaron a crecer hasta volverse inasumibles.

La situación terminó explotando. Embargos, cierre del negocio y una cifra que llegó a alcanzar los siete millones de euros marcaron el punto más bajo de su carrera. Podía haberse quedado en España intentando recomponer su imagen y sus finanzas, pero tomó una decisión radical: hacer las maletas y empezar de cero lejos del foco mediático y de la presión fiscal. Chile apareció entonces como una tabla de salvación.

Sergi Arola se hace de oro en México y soluciona sus problemas económicos 

El cambio de país no solo supuso un nuevo impulso profesional, también personal. Allí conoció a Francisca Laree, una enfermera chilena con la que acabaría casándose. Mientras tanto, su nombre volvía a sonar gracias a la televisión. Programas como MasterChef Chile, El discípulo del chef o Parrilleros lo colocaron de nuevo en primera línea, esta vez como un cocinero europeo que aportaba técnica y experiencia a la escena gastronómica latinoamericana.

En paralelo, Arola fue poniendo orden en sus cuentas. En 2021 aún figuraba en la lista de grandes deudores de Hacienda con cerca de un millón de euros pendientes, una cifra muy alejada, eso sí, de aquellos siete millones iniciales. Paso a paso, logró ir saldando su deuda y alejándose del fantasma que durante años había condicionado su nombre en España.

Hoy su reconocimiento es mayor al otro lado del Atlántico. En Chile abrió Lola by Arola, un restaurante de tapas que llevó croquetas, pulpo a la gallega y pan con tomate a un público entusiasta. En México, además, ejerce como asesor culinario en Orfebre Cocina Artesana, dentro del exclusivo JW Marriott Monterrey Valle. Puede que ya no ocupe titulares en su país natal, pero Sergi Arola ha encontrado lejos de casa una segunda oportunidad para seguir haciendo lo que mejor sabe: cocinar.

Sergi Arola EFE
Sergi Arola EFE