Corría el mes de marzo del año 1969 cuando una joven Maria Rosa Marco i Poquet le decía a toda Europa que "Vivo cantando", enfundada dentro de un vestido azul de cristalitos que se volvió casi tan popular como la canción. Salomé representó a España en Eurovisión justo un año después de que Massiel y su "La, la, la" se hicieran con el primer lugar en el festival que se celebró en Londres. Y ganó.

La catalana Salomé fue la segunda representante de España en llevarse la victoria en Eurovisión y "Vivo cantando" la encumbró al punto más alto de su carrera como cantante. Desde entonces, nunca ninguna canción española ha vuelto a ganar el festival. Y ahora que se cumplen 50 años de aquel hito, y con la vista puesta en el objetivo del catalán Miki este mismo año de volver a ganar Eurovisión, Salomé se ha quedado muy a gusto disparando contra todo el mundo en una entrevista en el diario ABC.

miki escogido eurovisio

TVE

“Eurovisión ha cambiado mucho. Ver que todo es playback, la orquesta que no aparece por ninguna parte, el croma con muñequitos por detrás… El año pasado no aguanté hasta el final, porque me dormía. Cuando vi a la ganadora, pensé: O yo estoy gilipuertas o gilipuertas están los otros”. La edición de este año se hará en Tel Aviv porque en 2018, la representante israelí Netta ganó el festival cantando "Toy" y haciendo el baile del pollo. Y por lo visto, a Salomé no le gustó nada: “¿La loca esa que salió con los moños y gritando como una posesa? ¿Eso es una canción?”.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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De Amaia y Alfred, la artista de Barcelona dice que son buenos cantantes pero que la canción era un desastre porque "parecía de Frozen". El estilismo que escogió TVE tampoco no se salva y Salomé se ensaña con ellos: "A ella, pobrecita, la vistieron fatal. Y él parecía un portero de discoteca mexicana".

Amaia y Alfred 3 TVE

TVE

Para quién ni siquiera tiene palabras de ánimo, a pesar de saber que debe estar de los nervios, es para Miki Núñez. "La venda" del de Terrassa, compuesta por La Pegatina, no le dice demasiado. Solo he escuchado cuatro compases. No la puedo juzgar, pero el ‘chunta chunta’ ya lo he oído. Es decir, ja vorem què fem”. Pero es que Salomé va todavía un paso más allá, y en vista que España sólo acumula fracasos en Eurovisión, propone abandonar el festival: “El dinero que se gastan es tirarlo. O vas bien, o mejor no ir”.

Un dardo tras otro. En Miki debe estar encantado. A Salomé sólo le ha faltado pedir la cabeza del cantante de Terrassa en una bandeja de plata.