Felipe VI ha recibido en Zarzuela a Marc y Álex Márquez por sus últimos títulos, como Campeón y Subcampeón de MotoGP, respectivamente. Ambos han logrado su sueño, pero el camino no ha sido tan sencillo, especialmente para las dos personas que siempre les han apoyado, sus padres. Sus progenitores han estado todo el tiempo a su lado apoyándoles. Roser Alentà y Julià Márquez. Tal y como han contado los hermanos Márquez en más de una ocasión, ellos son una parte fundamental de su vida.

Siempre se han mostrado orgullosos y agradecidos a sus padres. En la gala en la que se celebraron las dos victorias de ambos, hace tan solo un mes, los jóvenes subieron a sus padres al escenario porque en parte este premio también es por ellos.
Roser sufre mucho cuando se suben a la moto
En unas declaraciones a la cadena SER, Roser contó que "a veces no cenábamos para ayudar a comprar botas para nuestros hijos. La gente ve donde Marc y Álex están ahora, pero nosotros sabemos que ha habido muchos sacrificios para llegar ahí”. Sus padres tuvieron que sacrificarse mucho y quitarse algunos caprichos, o incluso en muchas ocasiones cosas tan necesarias como comer.
Roser no acude en muchas ocasiones a los circuitos porque sufre mucho al verles correr. Sabe que es un deporte de alto riesgo porque van encima de una moto a gran velocidad. Hace unos años, en declaraciones a Onda Cero, habló de cómo vive esos momentos: “He sufrido porque no quería que arriesgase, pero ya le daré una colleja”. Además, sobre una de las caídas sufridas por Marc, reconoció que “también sufrí con la caída del jueves, no podía parar por los nervios que tenía. Rápido me llamaron para tranquilizarme”.
Ella prefiere ver las carreras desde casa o desde el box de los circuitos. Además, en más de una ocasión ha reconocido ser supersticiosa. Cuando se pone a ver una carrera "no me levanto. Tengo que tener todo en mi mesa. Mi intuición me dice que no puedo perderlos de vista”.
Pase lo que pase, la matriarca tiene claro que siempre va a estar al lado de sus dos hijos. "No es fácil ver a tus hijos corriendo a 300 kilómetros por hora sobre una pista, pero como madre siempre les voy a apoyar en todo lo que quieran conseguir", dijo sobre cómo va a estar al cien por cien con ellos.
Para una madre es difícil decantarse por uno u otro, por ello ella siempre apoya a ambos y solo quiere “que estén felices”.
