En el mundo de los famosos catalanes existe una leyenda: si sales en TV3 estás forrado. Existe cierta convicción de que TV3 paga muy bien, pero eso no es del todo cierto. Solo sirve para los trabajadores fijos de la casa, que cobran 16 pagas anuales, varios pluses y tienen el futuro asegurado, o para las grandes productoras que negocian contratos millonarios. Pero hay famosos que facturan por una tertulia o una colaboración y eso no les saca de pobres. Necesitan otro trabajo. TV3 les da visibilidad. Un ejemplo es Fel Faixedas, actor de 55 años, muy popular gracias a TV3 desde que triunfó con Teatre de Guerrilla.

Como grupo ya no existe. Aquel trío de teatro de humor integrado por Fel Faixedas, Carles Xuriguera y Quim Masferrer acabó siendo un dúo que ni siquiera se llama Teatro de Guerrilla. Se hicieron muy famosos en TV3 en programas como El club de Albert Om o Caçadors de bolets. ¿Faixedas ahora cobra mucho por hacer de tertuliano de TV3? Aparece en el programa Onze de Esport3 y para ir cada semana durante toda la temporada recibe 2.250 euros. Divididos por 11 meses. Son 200 euros al mes. Con factura. No todo el mundo que sale en TV3 está forrado. Fel Faixedas ha hablado en una entrevista en el diario Ara de su peor momento económico y fue culpa de la CCMA: se quedó sin nada.

Faixedas era pescadero hasta que quien picó el anzuelo fue él: le picó el gusano del teatro. Pero no siempre ha podido vivir de eso. Una temporada confió en una promesa de Catalunya Ràdio, que les ofreció presentar un programa y al final dijeron que no. Se quedó sin nada y perdió la casa. Arruinado. No podían ni pagar la hipoteca, con su mujer y dos criaturas. Drama. Fel Faixedas: "La dirección de Catalunya Ràdio nos promete un programa y a la hora de la verdad, el día 31 de julio, nos dejan tirados, nueve meses que ingreso cero. Solo hago, una vez a la semana en la radio, una sección de deportes, pero que, como yo estaba tan fastidiado, no podía ni hacer facturas. Hasta que, por tranquilidad mental, decidimos con mi mujer dar las llaves de la casa al banco y que se la quedaran. Empezar de cero. Ya hacía 8 años que pagábamos la hipoteca y, por lo tanto, dejamos mucho dinero enterrado". Sin trabajo, sin casa y sin salud mental.

Del pozo salió adelante marchándose a vivir a la casa familiar de los abuelos y sacó una lección: "Fue una lección ver cómo la vida, en un momento, se te gira, no por culpa tuya, sino las circunstancias que tú no controlas, y con dos hijos. Vivimos todo aquello con mucha tristeza, pero a la vez con mucha alegría, porque teníamos que disimular delante de los niños que no estaba pasando nada. Después fuimos de alquiler durante tres años y cuando queríamos renovar el contrato, nos triplicaron el precio. Nos quedamos en la casa familiar y desde hace unos años no pagamos ni hipoteca ni alquiler". Quizás por eso su espectáculo se dice Las madres. La familia salva.