La guerra mediática y judicial que desde hace años enfrenta a los miembros más polémicos del clan Flores-Carrasco ha sumado un nuevo capítulo de tensión y distanciamiento definitivo. Rocío Flores, hija de Antonio David Flores y Rocío Carrasco, ha vuelto a posicionarse de forma clara y pública del lado de su padre, enviando un mensaje contundente a su madre que parece sepultar cualquier esperanza de reconciliación.
El detonante más reciente ha sido la demanda presentada por Antonio David Flores contra Rocío Carrasco por lo que considera un "relato manipulador y lesivo" hacia su persona y su familia, a raíz de los contenidos emitidos en la docuserie Rocío: contar la verdad para seguir viva. En esta nueva ofensiva judicial, que busca desmontar las acusaciones de maltrato psicológico y reivindicar su honor, Antonio David no está solo. Su hija Rocío Flores ha decidido no solo respaldarlo públicamente, sino también tomar una posición activa en la defensa de su núcleo familiar, lanzando varios mensajes en redes sociales que han sido interpretados como dardos directos hacia su madre.
En los últimos días, Rocío ha compartido imágenes junto a su padre, su hermano David Flores y la pareja de Antonio David, Marta Riesco, con mensajes como “La familia no la define la sangre, sino quien está cuando más lo necesitas” o “Los que están siempre, sin pedir nada a cambio. Mi gente. Mi familia”. Estas publicaciones, cargadas de emoción pero también de una clara intención, no han pasado desapercibidas. Para muchos observadores, se trata de una forma de dejar claro que Rocío Carrasco, su madre biológica, no forma parte de su concepto de familia.
Este posicionamiento no es nuevo, pero sí resulta más contundente que en ocasiones anteriores. Desde que Rocío Carrasco rompió su silencio en 2021 con su serie documental, en la que relató episodios de supuestos malos tratos y alienación parental, Rocío Flores ha tenido que lidiar con la exposición pública y el juicio mediático. Aunque al principio se mostró más prudente, incluso suplicando por una reconciliación ("Mamá, llámame", dijo entre lágrimas en El programa de Ana Rosa), el paso del tiempo ha endurecido su discurso. Ahora, ya no parece haber espacio para los intentos de acercamiento.
El entorno de Antonio David asegura que Rocío está cansada de ser "la mala de la película" y que ha decidido tomar el control de su narrativa. "Ya no va a callar más. Ha estado años aguantando insultos, acusaciones y versiones que la dejan como una hija desalmada. Y eso no lo va a permitir", señalan fuentes cercanas al ex guardia civil. Según estas fuentes, la joven se siente más fuerte, más arropada por su padre y su entorno, y decidida a contar su verdad si llega el momento.
Rocío Carrasco no se inmuta ante esta situación
Rocío Carrasco guarda silencio. Aunque sus representantes legales continúan trabajando en su defensa ante las nuevas acciones judiciales de su exmarido, ella ha optado por no responder públicamente a los mensajes de su hija. Desde su entorno se transmite que la herida con Rocío Flores es “irreparable” y que no hay intención, al menos a corto plazo, de abrir un nuevo canal de diálogo.
Este nuevo episodio refuerza la imagen de una familia rota, con dos bandos irreconciliables y un conflicto que sigue latiendo con fuerza tanto en los tribunales como en los medios. Rocío Flores, al alinearse sin reservas con su padre, ha trazado una línea definitiva: su familia, dice, es la que la ha acompañado siempre, y Rocío Carrasco, pese a llevar su nombre y su sangre, ha quedado fuera de ese círculo. Así, el relato de los Flores-Carrasco suma una nueva página de dolor, estrategia y exposición mediática. Mientras algunos siguen esperando un milagro de reconciliación, otros ya lo dan por imposible. Y en el centro del huracán, una joven que ha crecido ante los focos, obligada a elegir un bando y que, por ahora, lo tiene más claro que nunca.