Las imágenes ya corren por todas partes: Risto Mejide ha mostrado la casa que tiene en el Pirineo catalán. No es un lugar improvisado. Ni una escapada puntual. Es un cambio de vida. El presentador ha encontrado en la Cerdanya algo más que una segunda residencia. Ha encontrado un refugio. Un lugar donde respirar, observar y crear.

La vivienda está situada en una zona elevada. En plena naturaleza. En un enclave privilegiado. Rodeada de montañas, prados y luz. Mucha luz. La arquitectura combina piedra vista, madera natural y líneas modernas. Un equilibrio casi perfecto entre tradición alpina y diseño contemporáneo. La casa no domina el paisaje: se integra en él. Se funde con él. Gracias a los ventanales panorámicos que recorren las fachadas, cada estancia queda conectada visualmente con el exterior. Todo está pensado para que el entorno participe de la vida interior.

Risto Mejide muestra la casa que tiene en el Pirineo catalán

El corazón de la vivienda de Risto Mejide es el salón principal. Amplio. Abierto. Silencioso. La chimenea empotrada, en una pared gruesa y blanca, se convierte en el foco de la estancia. Un elemento rústico, cálido, que da carácter. Frente a ella, un sofá en tonos neutros, iluminación suave y una atmósfera que invita al descanso. Allí se respira calma. Minimalismo. Orden. Y también un toque personal: un piano negro colocado frente a una de las grandes ventanas. Un gesto que resume a la perfección la mezcla entre refugio emocional y espacio creativo.

Casa de Risto Mejide en el Pirineo catalán Instagram
Casa de Risto Mejide en el Pirineo catalán Instagram
Casa de Risto Mejide en el Pirineo catalán Instagram

El salón funciona como espacio multifuncional. Zona de descanso. Rincón musical. Área de comedor. Todo convive en armonía dentro de un único ambiente. El estilo rústico se mezcla con detalles contemporáneos para lograr una estética equilibrada, muy propia de Risto. Cada elemento parece colocado con intención. Nada sobra. Nada falta.

Un lugar tranquilo donde respirar, crear y meditar

Pero si hay un espacio que llama la atención, ese es la biblioteca. Una de las joyas de la casa. Una estancia amplia con estanterías negras que ascienden hasta el techo. Repletas de libros. Muchos de ellos, los once que el propio Risto ha publicado. Allí también hay una escalera metálica que conduce a un altillo, dando ese aire de estudio de montaña tan característico. Y, por si fuera poco, un segundo piano. Un piano de cola. Un espacio donde leer, componer o simplemente pensar.

La biblioteca combina lámparas modernas, vigas vistas y elementos del estilo industrial. El resultado es un ambiente íntimo y sofisticado. Uno de los favoritos de quienes visitan la vivienda. Porque no solo es un lugar bonito: es un lugar que refleja la esencia del presentador. Su faceta intelectual. Su pasión por la música. Su necesidad de silencio.

Risto Mejide no solo ha comprado una casa en la montaña. Ha elegido un estilo de vida. Más simple, lento y conectado con lo esencial. Y en ese rincón del Pirineo catalán, parece haber encontrado exactamente lo que buscaba.